Con tiernos corazones de alcachofa en conserva que bien puede proceder de orillas del Segura, y unos finos filetes de anchoa en salmuera, todo ello aliñado con un buen chorro de limón y una pizca de pimienta negra, obtenemos una tapa sencilla pero muy agradecida que puede acompañar a cualquier menú, ejercer como gustoso aperitivo antes del plato principal o ser la tapa ideal para abrir boca a media mañana, sin por ello pasarse con las calorías.
Al igual que su fácil elaboración, la presentación de estas sanas alcachofas con anchoa es también muy básica ya que consiste en doblar el filete de anchoa sobre el corazón de alcachofa y atravesarlos con un palillo para facilitar así su consumo.
Se trata esta de una tapa fría que combina a la perfección los productos que nos ofrecen mar y tierra, y cuyo contraste de sabores y texturas hacen de este bocado una opción más que recomendable a la hora de escogerla.
Como acompañamiento ideal para esta tapa tan extendida, una de las bebidas más consumidas en la Región, un quinto de cerveza.