La privilegiada situación geográfica de Lorca le ha conferido gran atractivo para los asentamientos humanos. Un crisol de civilizaciones ha bordado el valle del Alto Guadalentín y su capital de huellas de su presencia, cultura y religión, dotando a la ciudad de un impresionante legado histórico-artístico.
Eliocroca, ubicado en la Vía Augusta, sería el nombre romano de la Ciudad del Sol. Aún hoy se puede apreciar algún resto de columnas miliarias, puntos de referencia en las calzadas. Con la invasión árabe Lorca recibe la denominación de Lurqa y se erige como capital de Tudmir, llegando a convertirse en una de las ciudades más importantes de Al-Ándalus. A partir de la Reconquista cristiana Lorca se convierte en la llave del reino castellano y su Historia se vincula al Castillo de Lorca en virtud de su condición de frontera con el reino de Granada.
La Edad Moderna marcó la transición entre la Lorca fronteriza, la estructura urbana renacentista y la esplendorosa Lorca barroca. La Edad Contemporánea en la ciudad de Lorca se caracteriza por las catástrofes y epidemias del siglo XIX y las luces del desarrollo tecnológico y el auge demográfico y cultural del siglo XX.
Fuentes
-Jiménez Alcázar, J.F. 'Lorca histórica: historia, arte y literatura'. Ayuntamiento de Lorca, 1999.
-Soria Mesa, E.: 'La nobleza de Lorca en la Edad Moderna: un grupo de poder en continua formación'. Revista Murgetana nº 095.
-V.V.A.A. 'Lorca, Taller del Tiempo'. Ayuntamiento de Lorca, 2003.