El tramo de La Manga del Mar Menor dependiente del Ayuntamiento de San Javier se extiende desde la Hacienda Dos Mares hasta Veneziola. Se trata de una lengua de arenas blancas fuertemente urbanizada y con una historia vinculada a los mares que la bañan y al conjunto de la Comarca del Mar Menor.
Barcos fenicios, griegos, cartagineses y romanos fondearon en las proximidades del Estacio (canal navegable que en griego significa "sitio abrigado") y desarrollaron un intenso tráfico marítimo, así como pesquerías e industrias de salazones.
Durante la Edad Media los musulmanes establecieron encañizadas en las golas o canales naturales de La Manga, mientras que los castellanos, una vez conquistado el territorio, erigieron las torres del Estacio y de la Encañizada para defender a la población de los ataques de piratas berberiscos.
Pero la verdadera historia de La Manga de San Javier arranca en 1863 cuando tras la desamortización de Mendizábal es confiscada en Subasta Pública. A partir de este momento comienza a ser urbanizada y la familia Maestre va adquiriendo todo el sector norte.
La gran promoción urbana y turística de La Manga se produciría un siglo después, cuando Tomás Maestre Aznar, abogado y pequeño inversor inmobiliario, la compró en su totalidad e inició el ambicioso proyecto urbanístico que la ha posicionado como uno de los destinos turísticos de mayor proyección internacional de la Región de Murcia.