Aldea de realengo en el siglo XVIII
El topónimo de esta diputación esta íntimamente relacionado con la gran devoción que Cartagena sintió desde el siglo XVI por Santa Ana, bajo cuya advocación se construyó en 1541 el Hospital benéfico municipal. Las primeras noticias de esta comarca cartagenera aparecen en el catastro del Marqués de la Ensenada de 1755, documento en el que se señala la existencia de conventos como el de Carmelitas Descalzos y el de monjas de la Purísima Concepción.
En 1789 la localidad era una aldea de realengo, lo que la desvinculaba del poder de terratenientes, señores, autoridades y órdenes religiosas. Y entre 1796 y 1797 se contaban en ella algo más de doscientos habitantes repartidos, seguramente, en distintas fincas dedicadas a explotaciones agrarias.
Noticias de la diputación en el siglo XX
En 1913 sabemos que existían colegios en la zona, gracias a un informe de uno de los maestros de la zona, y en 1920 se define la localidad como una de las diputaciones cartageneras, constando en ella los caseríos de La Carrasca, La Carretera, Lo Gorito, La Innovadora, Molino Derribado, Las Piñuelas, Los Rosiques, Los Segados y Los Ventorrillos.
En 1928 una noticia en prensa relataba el origen de la pintura sobre cristal del Cristo de la Caña, cuyo pequeño santuario se sitúa en el paraje de La Carrasca. Según sus dueños la imagen pertenecería a la familia desde comienzos del siglo XIX, habiendo sido encontrada de manera casual. Pronto se le atribuirían curaciones milagrosas, por lo que la devoción a este Cristo continúa incluso hoy día. La población de Santa Ana, desde los años 60' ha rondado siempre los mil habitantes, demostrando ser una de las diputaciones con un desarrollo demográfico más estable gracias a su economía agrícola o al desarrollo de sus factorías e industrias.