Las Fiestas del Sagrado Corazón señalan en el calendario una de las fechas más significativas para los ribereños. Los actos más importantes tiene lugar durante el último fin de semana de junio y son un auténtico adiós a la rutina y al trabajo diario.
La música y la gastronomía típica son siempre protagonistas de estos festejos, en los que los vecinos de la localidad se disfrazan y dan rienda suelta a su pasión por la pólvora. Cada año la singular Fiesta del Agua concita a multitud de curiosos y participantes, especialmente cuando aprieta el calor estival.
La Virgen del Amor Hermoso también cuenta con unas fiestas en su honor. El último domingo de abril se celebra la procesión con la imagen, visitando todos los hogares de Ribera de Molina.
Hasta finales de los años 70 la festividad de la patrona era la excusa perfecta para celebrar la Fiesta de Los Luises. Cada 25 de julio, día de San Luis Gonzaga, una imagen del Santo acompañaba en el trono a la Virgen del Amor Hermoso, pero situado en un plano inferior y lateral, justo a sus pies.
Era una fiesta muy popular, incluso entre las localidades vecinas. Tras la procesión, los participantes degustaban cabezas de cordero asadas en las tabernas de El Manco, Cornelio y del Tío Conesa.