El paisaje natural de Singla se desarrolla a lo largo de un relieve de rocas calizas y dolomíticas que alcanza en su punto máximo los 859 metros de altura sobre el nivel del mar, extendiéndose entre los cauces de los ríos Quipar y Argos.
La vegetación de este paraje está representada en los bosques de coníferas, como el pino, y en el abundante sotobosque de romero, lentisco y espliego, plantas aromáticas abundantes en el noroeste murciano. El lentisco, Pistacia vera, es un árbol originario de Siria, según Plinio, muy apreciado por su resina o almáciga, que se utiliza tanto en la fábrica de barnices como en la composición de cementos dentarios, si bien esta propiedad nunca se ha explotado en nuestra península.
En esta pedanía abundan también los cultivos frutales, en especial los de secano y algunos de regadío, frutales de hueso como el melocotonero y el almendro.
Dentro del biotopo de esta pedanía se pueden observar especies muy conocidas en la región, desde el mirlo común, la tórtola y la paloma torcaz hasta los reptiles típicos de las zonas llanas de matorral como la liebre, el erizo común o el zorro.