Festividad de San Pedro.
Última semana de junio.
Las fiestas de la pedanía se celebran en honor a San Pedro, en los últimos días de junio. Aunque la parroquia de La Ñora es Nuestra Señora del Socorro esta advocación pertenece al siglo XVII, fecha en la que se construyó el templo parroquial. Sin embargo sabemos que los monjes jerónimos, al establecerse en las tierras cercanas a la noria, erigieron un templo en honor al apóstol Pedro, de ahí que las fiestas patronales sigan siendo en loor de este santo.
Hay que reseñar el hecho de que, tradicionalmente, las fiestas patronales de San Pedro se han hecho coincidir con las celebración del Corpus Christi, asi antiguamente, los niños de la villa solían hacer su primera comunión el día de San Pedro, día en el que la procesión del Santísimo cierra las celebraciones. Toda esta celebración está íntimamente vinculada a los monjes jerónimos.
La patrona de La Ñora es la Virgen de los Dolores de la ermita de El Paso. En septiembre los ñoreros celebran su fiesta y acuden masivamente a los actos litúrgicos que se celebran en su vetusto templo.
Durante las fiestas la pedanía lleva a cabo numerosos actos, tanto religiosos como culturales. Conciertos, charlas, exposiciones y celebraciones fraternas en los distintos barrios de la población forman parte de estos días. Existe la costumbre de aderezar las fachadas y calles de la pedanía con elementos típicos huertanos.
Semana Santa
La Semana Santa tiene, como en casi cada rincón de la región murciana, sus procesiones y actos litúrgicos, además de charlas y pequeñas conferencias. La cuaresma ha sido siempre muy celebrada en la pedanía, teniendo programadas siempre charlas que se imparten en el centro cultural durante los días de previos a la semana de pasión.
La Ñora puede exhibir en sus procesiones distintas imágenes, algunas de gran valor artístico, obras de escultores como Noguera, Navarro o Villaescusa.
Algunas tradiciones festivas de La Ñora se han perdido con los años, pero siguen en el recuerdo de los mayores, como la costumbre de sacar a la Virgen del Paso en Pascuas, cantando los aguinaldos y visitando las casas. Los vecinos hacían regalos a la virgen, en señal de agradecimiento, y estos eran más tarde subastados en concepto de limosna.
Junto a esta tradición existían la del cante de auroros, que poco a poco se recupera en la Región, o los diversos toques de campanas.