Talla realizada en madera policromada. Tamaño algo mayor que el natural.
Se trata de la figura de Cristo Resucitado. Está colocado de pie y de frente con los brazos abiertos y en actitud de caminar. Se alza sobre un pedestal en forma de nube plateada, dando la sensación de volar más que de andar.
Aparece ataviado con una túnica de color blanco, símbolo de pureza, decorada con motivos vegetales en dorado.
Los bordes de las mangas, el del cuello y el del bajo de la túnica están rematados por un perfil dorado y liso.
Sobre la túnica, aparece un manto blanco y dorado, que cae sobre la pierna izquierda. Esta se encuentra flexionada.
El viento mueve los paños de la túnica dejando ver la espinilla izquierda. Cristo va descalzo, es una figura espiritual.
En los pies son visibles las señales de los clavos del madero. También estas se observan en las palmas de las manos.
Técnicamente la obra esta muy bien conseguida. La policromía es clara y brillante.
Observaciones
Normalmente al Cristo resucitado se le representa desnudo, con un paño de pureza y con un manto o sábana en la mano o a los pies. En el caso de la escultura que nos ocupa no se ha seguido el esquema compositivo tradicional.
Nombre: Resucitado.
Objeto: Escultura.
Autor: Escuela Sevillana.
Fecha: Siglo XX.
Ubicación: Iglesia y Convento de San Joaquín y San Pascual.