Free cookie consent management tool by TermsFeed Ciclismo en la Región de Murcia- Antonio Avilés Rocamora - Región de Murcia Digital
DEPORTES

Historia del Ciclismo

Antonio Avilés Rocamora

Ciclismo en 1906 [Ciclismo]
Ciclismo en 1906

Surge en la prensa en relación al ciclismo a partir de 1891, momento en el que formaba parte de la Sociedad de Velocipedistas. Al año siguiente volvemos a encontrarlo implicado en la creación del primer velódromo de Murcia. Y a en esa fecha dirigía el Centro Velocipedista en el que además de vender y alquilar máquinas, impartía cursos de bicicleta  de cinco días.

En abril de 1894, siendo ya conocido como 'biciclista', se animó en un reto personal, a acompañar la vuelta ciclista a España desde Alicante hasta Almería que venían realizando diversos velocipedistas bilbaínos.  Unos pocos meses después acudió con su hermano Francisco a una exhibición de bicicletas que se celebraba en Orihuela. 

Al año siguiente, concretamente en mayo de 1895, se subió en su bicicleta para afrontar el trayecto a Cieza en un tiempo de tan sólo 105 minutos; actuación publicitaria en cierto modo, ya que estaba a punto de inaugurar su tienda en la calle Canovas de dicha localidad.  Sobre su capacidad organizativa, hay que decir que tanto aquel año como el anterior fueron de lo más fructífero en este sentido. El escenario escogido siempre fue la plaza de toros y en muchas de aquellas carreras se inscribió el mismo como participante.  Luego, pasó a convocarlas en otros recintos; en 1899 las dirigía incluso, siendo el incomparable 'Recreative' de Espinardo uno de los velódromos donde más organizó competiciones.

En Murcia, fue el concesionario en exclusiva de la casa Peugeot, pero su establecimiento cambió de ubicación un buen número de veces: de la Plaza de Santo Domingo, en 1892; al número 66 de la calle Príncipe Alfonso, en 1903; de aquí se mudó a la Plaza del Cardenal Belluga, en 1906; después, para 1914, se instaló en la Calle Pascual; y de ésta fue la Plaza de Camachos, en 1918. Además, abrió sucursal en Cartagena, concretamente en la Plaza del Rey.    Su gran afición al ciclismo y su capacidad de mecenazgo unida al beneficio de la publicidad que el gesto le depararía a favor de su actividad comercial, le impulsaron en 1926 a conceder uno de los premios de la carrera Murcia-Sierra Espuña-Murcia, competición que por cierto fue ganada por dos ciclistas de Beniaján.