Comienza el siglo XX y se organizan pruebas ciclistas en Yecla Águilas, San Pedro del Pinatar,Beniel... En 1911 comenzó a despuntar organizativamente la afición de Beniaján que el 24 de junio se estrenó con una competición en el Bojar que estuvo dotada con tres premios en metálico. Los vencedores fueron: Enrique Sánchez, Carlos Izquierdo y Joaquín Albaladejo. Concluyó aquel verano con más carreras en las fiestas de Los Molinos y Los Dolores, en Cartagena.
El circuito acondicionado en la plaza de toros de Murcia fue testigo, una vez más, de carreras ciclistas en 1914 y debió servir de ejemplo a imitar para otras poblaciones porque con el tiempo comenzaron a ser comunes. Según la prensa fue en mayo de 1924 cuando tuvo lugar la primera carrera ciclista de resistencia organizada por la Unión Motorista de Murcia. Se trataba de un recorrido de 46 km que partía de la Media Luna, en el barrio del Carmen y llegaba a Librilla retornando al punto de salida.
Campeonato Provincial
El primero en alcanzar la meta fue: Manuel Martínez García. Animados por el éxito de la competición anterior, en diciembre de ese mismo año se organizó un evento que se llamaría pomposamente Campeonato Provincial. El recorrido arrancaba también de la Media Luna y llegaba esta vez hasta Alhama. La inscripción se realizó en la Casa Sport (futura Moratilla) y entre las normas se establecía la prohibición de ser remolcado y la obligación de cargar con la bicicleta en las cuestas que hubieran de subirse a pie.
Carreras en Cieza, Beniaján y Torre Pacheco
Las carreras se habían ido popularizando tanto que a partir de 1925 se fueron prodigando casi por toda la Región. Por ejemplo, en Cieza un tal Manuel Aniorte organizó un campeonato de cinco carreras, celebrándose la primera a comienzos de febrero. Tuvo tal repercusión que en meta contó con la asistencia de tres mil espectadores.
El velódromo improvisado tendría salida y meta en el Parque Ruíz Hidalgo y el recorrido incluía el paseo junto al río, cuartel de Artillería y Convalecencia, siendo obligatorio realizarlo diez veces siendo los ganadores: Matías Flores Buendía (Beniaján) y Joaquín García Castillo. Precisamente también esta pedanía convocó una carrera para algunas semanas después. Estaba organizada por la Sociedad Deportiva Balompié de Beniaján, con el apoyo de la Federación Atlética Murciana. El circuito era de 5¿3 km al que se dieron 10 vueltas. La inscripción ascendía a 1 peseta y se realizaba en la casa de bicicletas L.B. El improvisado velódromo iba de la calle San Antonio a la calle Algezares, Camino de los Pinos y Carretera Murcia-Beniaján. Los tres primeros fueron: Abel Vera González, José Rosa y Antonio Ruíz Bernal. Animados por el gran éxito de público, Antonio Clares Ruíz organizó una nueva y ambiciosa competición con salida y meta en Beniaján y duración de 126 km que llegaba hasta Santa Pola y que, al parecer, ganó Abel Vera González.
En mayo de 1926 se repitió esta misma prueba que duró seis horas de un durísimo recorrido; venció en ella Matías Flores Buendía. Aquel verano las carreras ciclistas de mayor envergadura se organizaron en Torre Pacheco. A mediados de julio, un tal Gregorio Pérez organizó y el recorrido iba de Pacheco a Balsicas por Dolores de Pacheco, La Roda, Los Alcázares y de nuevo Pacheco para la meta. Venció el alicantino Carratalá. A finales de aquel mismo mes se celebró una nueva carrera con nada menos que cincuenta participantes, la mayoría de Cartagena donde existía una gran afición. Los tres primeros en alcanzar la meta fueron: Manuel Canet, Matías Flores y Abel Vera González. Algunos corredores cartageneros pertenecían a la Unión Velocipédica Cartagenera Los Comanches.
La primera subida a Sierra Espuña
Pero mucho más dura y de mayor repercusión fue la competición del 21 de noviembre cuyo recorrido de 106 km, desde Murcia, incluía Sierra Espuña. Tras una accidentadísima jornada en la que hubo contratiempos prácticamente para todos los corredores, sólo pudieron terminarla nueve de los diecinueve ciclistas inscritos. La Glorieta estaba llena de murcianos que jaleaban y animaban sin cesar a los ciclistas en su partida hacia El Palmar, Librilla, Alhama y Fuente Rubeos. Hasta aquí se invirtieron dos horas y treinta minutos. Los dos primeros corredores que atravesaron la línea de meta fueron Matías Flores y Abel Vera González, ambos de Beniaján.
Popularización de las pruebas ciclistas
Poco a poco las pruebas ciclistas se van extendiendo a pedanías e incluso barrios de la capital, donde fueron surgiendo pequeñas canteras de aficionados. En junio de 1927 Nonduermas (Murcia) se animaba a organizar dos carreras a Librilla; una para profesionales y otra para aficionados. La prueba para profesionales, con un tiempo de recorrido de 78 minutos, fue ganada por Tomás Balsalobre. La de aficionados terminó con la victoria de Antonio Garre Mármol, de La Alberca.
En agosto el periódico El Tiempo se implicó hasta el extremo de organizar una prueba ciclista junto con la Federación Regional de Atletismo. El evento se denominó Vuelta ciclista a la ciudad de Murcia. Ganó Joaquín Sánchez .
Contagiado del ánimo general, el semanario Murcia Deportiva, organizó una carrera de 85 km que se celebraría el sábado 19 de abril. El recorrido iba del Parque Ruíz Hidalgo, , El Palmar, Venta de la Paloma, La Cadena, Venta de la Virgen, Balsicas, San Javier, Sucina, Los Ramos, Beniaján y meta en el punto de partida. La inscripción se efectuó en la sede del Murcia Deportiva y en casas de bicicletas: Inchaurrandieta, Moratilla, Hidalgo, Buendía... Quien causó asombro fue un participante cojo que aunque tarde, terminó incluso la carrera; se le conocía como ¿el cojo Guillamón¿. El ganador fue José García Medrano.
Pero de todas las competiciones celebradas hasta el momento, la más importante ¿sin parangón posible en su momento- tuvo lugar el 2 de septiembre de aquel 1933, testigo de la Primera Vuelta Ciclista a la Provincia.
En la prueba participaron 26 corredores de Murcia; 8 de Alicante, 5 de Cartagena y 1 de Elche, componiendo un total de cuarenta de los que sólo lograron terminar el recorrido diecinueve. Indiscutiblemente, era de los largos, 114 km que partían de Murcia y pasando por El Palmar, Alcantarilla, Alquerías, Abanilla, Fortuna y Alcantarilla para concluir en la meta dispuesta en la Glorieta de Murcia. El primero en llegar fue el alicantino Rodríguez que fue descalificado por no dar la vuelta de rigor al circuito de la Glorieta, de manera que fue proclamado ganador su inmediato seguidor, Miguel Carrión.
El año de 1934 se organizó una prueba realmente importante que tuvo lugar en septiembre. De categoría Nacional, estuvo organizada por la Sociedad Ciclista Velo Club de Valencia. El recorrido alcanzaba los 163 km y participaron en ella 32 corredores procedentes de: Cartagena, Murcia, Elche, Alicante y la propia Valencia. El punto de partida elegido fue la plaza de la Media Luna, en la puerta de la casa de bicicletas Inchaurrandieta, negocio que regentaba ahora su viuda, Matilde Olivares. Contó con el apoyo de otras casas de raigambre, como la de José Moratilla y José Pozo. La salida se fijó para las 7 de la mañana y el recorrido incluía: Librilla, Alhama, Totana, Alhama, Fuente Álamo, Cartagena y Murcia. Antonio Escuriet resultó el indiscutible vencedor con un tiempo de carrera de 4 horas y 45 minutos. El primer murciano en cruzar la línea de meta fue José Ruíz Conesa que llegó el quinto.
A la carrera que se celebró en noviembre de 1934 se la catalogó como Campeonato Provincial como continuación a la serie iniciada en septiembre de 1933. Participaron en ella 26 corredores que disputaron una dura prueba cuyo desarrollo fue Murcia-Archena-Mula-Pliego-Alhama-Murcia, haciendo un total de 110 km en los que hubieron de invertir tres horas y veintisiete minutos. Los tres primeros clasificados fueron José Ruíz Conesa, Miguel Carrión y José Cano Férre, en la primera categoría. Se hizo con el premio de la segunda categoría: Francisco Hidalgo Lisón, de Alcantarilla.