La Sociedad de Velocipedistas
El 9 de julio de 1881 nacía la Sociedad de Velocipedistas de Murcia con el objetivo de fomentar la afición a este deporte. Los socios se dividían en tres categorías: fundadores, de número y de enseñanza. Los primeros financiaron la creación de la sociedad; los de enseñanza eran aquellos que precisaban instrucción en el manejo; y de número podía ser cualquiera de los citados. Para ser socio era obligatorio "tener buena conducta", además de aportar 20 reales de entrada y cuotas mensuales de 12 reales, que se elevaban a 40 reales cuando se trataba de socios de enseñanza. El presidente de honor, nombrado al efecto, fue el francés Ernesto Forestier. Los cargos de Secretario y Tesorero eran anuales y sin retribución alguna.
Para impartir las clases se compraron dos velocípedos. Entre las actividades programadas se incluían, como es lógico, la organización de carreras cuyo número y premios dependían de las disponibilidades económicas de la Asociación, creándose al efecto una Comisión específica.
En 1891 la cabeza visible de esta sociedad era Antonio Medina, acompañado de Antonio Avilés Rocamora, Ramón Rigal, Manuel Medina, Francisco Alemán García y Pablo Martínez Torres. Todos ellos participarían en las carreras de velocípedos que ya se venían celebrando en la feria de septiembre de Murcia. Los velocipedistas de Cartagena participarían en la misma aportando el premio Ateneo Mercantil.
Otras sociedades, clubs y centros de enseñanza
Para 1893 ya existía en Cartagena un Centro de Enseñanza Velocipedista que además alquilaba bicicletas por horas para efectuar prácticas. El Círculo Ciclista de Cartagena celebraba en julio de 1897 un homenaje al ciclista José Fernández Alarcón y Valcárcel y al mes siguiente preparaba una excursión a Murcia con 40 socios para asistir a las corridas de toros de las fiestas de septiembre de Murcia.
En junio de 1892, los velocipedistas de la capital se reunieron en el Teatro Circo, con el propósito de fundar un club, pero como muchos de ellos pertenecían a la Sociedad Fernández Caballero, acordaron crear dentro de su seno el Club Velocipédico.
Otra asociación, el Club Ciclista Murciano tenía su sede en el núm. 60 de la calle Príncipe Alfonso (Platería) en el año 1894, momento en el que preparaba carreras en la plaza de toros. Sin embargo, no debió funcionar mucho tiempo, ya que en junio de 1895 se convocaba a los ciclistas para constituir un nuevo club; la reunión se celebraría en el Plano de San Francisco nº 3, sede de un periódico.
Agrupaciones ciclistas
En octubre de 1899 nacía la Sociedad Ciclista de Murcia con sede en Santo Domingo, presidida por José María Godínez, con treinta socios. El Sr. Godínez Soler era, desde 1879, jefe de bomba de la Brigada de Bomberos (con los años llegaría a comandante) y colaborador entusiasta de las fiestas de San Juan y San Pedro; en fecha que no podemos precisar adquirió la condición de magistrado suplente. Falleció en 1903 en su hacienda de El Cañarico.
Desde 1905 destacó el Club Ciclista de Alcantarilla, presidido en 1910 por el famoso ciclista Manuel Martínez, acompañado en la directiva por Pedro Jabaloy y Mariano Abizanda. Otro prestigioso socio fue el médico Emilio López Palacios.
En torno a 1924 y 1926 cobró gran protagonismo el Club Deportivo de Beniaján que aglutinaba fútbol y ciclismo con un apoyo inusitado, a juzgar por las numerosas carreras que fue capaz de organizar.
La Peña Ciclista Murciana debió existir, al menos, desde 1933, año en el que celebró diversas pruebas, mientras que la Federación Ciclista Murciana nació el 5 de agosto de 1939 con sede en la calle Polo de Medina número cinco y lo hizo separándose del atletismo al que tantos años permaneció unida. Su primer presidente sería José P. Moratilla.