Originadas por procesos geológicos endógenos, a partir del enfriamiento de un fundido esencialmente silicatado denominado magma.
Las rocas ígneas se clasifican en función de:
1º Su composición en óxido de silicio: ácidas o félsicas (>65%), intermedias (65-55%), básicas o máficas (55-45%) y ultrabásicas (<45%).
2º Su composición mineralógica. Sus minerales se pueden dividir en tres grandes grupos: minerales esenciales, los más abundantes; accesorios, que se encuentran en pequeñas proporciones y secundarios, originados por alteración de la roca. Según su color los minerales se denominan melanocratos (minerales oscuros) y leucocratos (minerales claros).
Con los minerales esenciales se clasifican la mayoría de las rocas ígneas. Una de las clasificaciones más utilizadas es la de Strekeisen (1976), que utiliza los piroxenos, olivino y anfíboles para las rocas ultrabásicas y el cuarzo, los feldespatos alcalinos, plagioclasas y feldespatoides para las demás.
3º Textura de la roca (tamaño, hábito y relación de los cristales entre sí). Texturas comunes en rocas ígneas son: afanítica o grano fino, cuando los cristales no son visibles a simple vista; fanerítica o grano grueso, cuando los cristales son visibles; porfídica, cuando la roca presenta cristales de distinto tamaño; vítrea, cuando la roca está compuesta por vidrio, pegmatítica, cuando en la roca aparecen cristales grandes y piroclástica, formada por fragmentos emitidos por erupciones volcánicas.
4º Por su génesis. En función de la profundidad y velocidad de enfriamiento del magma se dividen en tres grandes grupos: plutónicas, volcánicas y subvolcánicas.
En rocas plutónicas, aplicar criterios precisos de clasificación con muestras vistas al microscopio es relativamente sencillo, pero en muestras de mano, a 'visu', resulta complicado, ya que es muy difícil distinguir los distintos tipos de minerales esenciales. En rocas volcánicas es prácticamente imposible distinguir todos los minerales por su pequeño tamaño de grano y en rocas con abundante vidrio, ni el microscopio nos sirve, debiéndose recurrir a análisis químicos a partir de los que se deduce la composición mineralógica que tendría la roca si hubiese tenido tiempo de cristalizar, se habla en este caso de minerales normativos.
a) Rocas plutónicas o intrusivas. Si el magma cristaliza a grandes profundidades, se enfría lentamente y origina rocas cristalinas (faneríticas) con cristales de tamaño medio o grande.
b) Rocas volcánicas o extrusivas. Si el magma cristaliza cerca o sobre la superficie terrestre, se enfría rápidamente y origina rocas con: cristales microscópicos (textura afanítica); cristales relativamente grandes, rodeados de una matriz de microcristales o de vidrio (porfídica), o solo vidrio (vítrea). Independientemente de su composición mineralógica, los materiales volcánicos se pueden clasificar en:
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Volátiles (gases).
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Piroclastos. Es el material que es lanzado al aire durante la actividad volcánica. Entre ellos tenemos, la ceniza volcánica (< 2 mm), lapilli (2-64 mm), bombas volcánicas (> 64 mm) y fragmentos de rocas (pueden llegar a pesar toneladas). Los piroclastos una vez cementados pueden forman rocas como las ignimbritas, formadas por depósitos de avalanchas ardientes; las toba, piroclastos soldados menores de 2 cm, o el aglomerado, cuando son mayores de 2 cm. Un caso particular, es la piedra pómez o pumita, una roca formada por solidificación de la espuma de la lava y que se caracteriza por tener gran cantidad de huecos originados por gases, es tan porosa que flota en el agua.
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Coladas. Materiales más o menos continuos formados tras el enfriamiento de la lava que fluye desde el cráter. Existen varios tipos según su morfología: lavas cordadas o pahoehoe, que recuerdan a trenzas, escoriáceas o aa, formadas por bloques afilados y rugosos; almohadilladas o pilowlavas, formadas al entrar la lava en contacto con el agua. La lava al enfriarse pueden dar lugar a columnas poligonales (disyunción columnar).
c) Rocas subvolcánicas o hipoabisales. Se forman cuando el magma cristaliza en el interior de fracturas o de discontinuidades litológicas en las que las presiones y temperaturas no son tan elevadas como las que soportan las rocas plutónicas durante su formación, ni tan bajas como las de las rocas volcánicas. A este tipo pertenecen algunas rocas que comúnmente se nombran según su textura. Las aplitas, rocas totalmente cristalizadas pero con cristales muy pequeños. Los pórfidos son rocas que presentan grandes cristales de un mineral envueltos en una matriz de pequeños cristales de otros minerales. Las pegmatitas, que se reconocen fácilmente por presentar grandes cristales de cuarzo, feldespatos y micas.
Antonio del Ramo
Francisco Guillén