Romería de la Fuensanta
La romería es una fiesta con un fundamento religioso, con origen histórico y que goza de gran popularidad. En su transcurso se reza y se pide al Santo o a la Virgen, pero también hay hueco para la diversión y el folklore. El final del trayecto de toda romería está enclavado en un lugar campestre o rústico. De ahí deviene el nombre genérico de las romerías, de la planta del romero, que crece salvaje en ambientes de monte.
El 17 de enero de 1694, tras una larga sequía que amenazaba la cosecha de la huerta, se baja la imagen de la Virgen de la Fuensanta por vez primera hasta Murcia.
Para venerarla, se construyó una ermita, poco antes de ser nombrada en 1731 como nueva patrona de la Ciudad y su Huerta al atribuirsele distintos milagros con respecto a las lluvias. De esta forma, la Fuensanta sustituía a la Virgen de la Arrixaca como patrona de la ciudad.
Esta imagen desde entonces cuenta con la veneración y el amor del pueblo murciano. El 24 de abril de 1927, tiene lugar la Coronación Canónica de la imagen, en un multitudinario acto.
Desde su Coronación Pontificia en 1927, el Cabildo Catedralicio acordó que la Patrona de Murcia celebrara cada Aniversario de dicho acontecimiento en la Ciudad. Así, todos los años es trasladada en romería desde su Santuario el segundo jueves de Cuaresma, para presidir desde su Camarín del altar mayor de la S. I. Catedral las celebraciones litúrgicas de la Cuaresma , la Semana Santa y el principio de la Pascua. Cada 25 de Marzo, Festividad de la Encarnación, la imagen es situada en las gradas del presbiterio para que miles de fieles coloquen bajo su manto maternal a sus recién nacidos.
El Martes de Pascua por la mañana, Fiesta Local en Murcia con motivo del día del Bando de la Huerta, tras una solemne Misa Pontifical en la Plaza de Belluga, la Virgen de la Fuensanta es llevada en multitudinaria Procesión por el centro de la Ciudad, siendo este cortejo heredero de la Procesión General vespertina que se celebraba cada III Domingo de Pascua en conmemoración de la Coronación.
Al sábado siguiente comienza en la S. I. Catedral el solemne Novenario preparativo para el Aniversario de la Coronación, el cual se celebra el III Domingo de Pascua con una solemne Misa Pontifical por la mañana. Al martes siguiente la Virgen de la Fuensanta vuelve en Romería a su Santuario.
Pero la estancia de la Patrona en Murcia más antigua es la del mes de Septiembre. La Festividad de Ntra. Sra. de la Fuensanta se celebra el Domingo siguiente al día 8 de septiembre y fue en dicho mes del Año 1780, cuando el Cabildo Catedralicio y el Concejo acordaron que en adelante la Fiesta de la Patrona no se celebrara más en su Santuario, sino en la S. I. Catedral, por lo cual nació en esta fecha la primera estancia fija anual de la Patrona de Murcia en su Ciudad (hasta esta fecha bajaba esporádicamente según las necesidades de las rogativas). Así, cada primera quincena de septiembre la Virgen de la Fuensanta retorna a la Catedral para presidir las Fiestas y Feria en su honor. El jueves diez días antes de su Festividad es trasladada en Romería.
Ya en la Catedral se celebra el solemne Novenario preparativo para su Festividad y el domingo siguiente al día 8 se celebra ésta con una solemnísima Procesión Claustral por las naves de la S. I. Catedral (Procesión que se hizo por primera vez en 1788 y en la que la imagen luce sus mejores galas), seguida de la Misa Pontifical en su honor.
Al martes siguiente tiene lugar la Romería de retorno de la Virgen de la Fuensanta a su Santuario. Es Fiesta Local en Murcia y cada año se cuentan por miles los fieles que acompañan a la “Morenica”, conformando una de las romerías más multitudinarias de España, junto a las de la Virgen del Rocío, la Virgen de la Cabeza o las celebraciones de la Virgen de los Desamparados.
Pero todas las celebraciones en honor de la Patrona de Murcia no serían lo mismo sin la presencia constante del canto de su “Himno”, que el pueblo acogió desde su creación y que canta con total emotividad y veneración. La magistral composición del poeta Pedro Jara Carrillo y el compositor Jerónimo Oliver Alviol fue la ganadora del Concurso Nacional convocado con motivo de la Coronación, siendo indescriptible para sus devotos la emoción que se alcanza cuando se cantan versos como: “Yo no sé qué tiene tu cara morena/ que lloran los ojos a su claridad. / Divina magnolia, fragante azucena/ que llena de aromas toda la Ciudad…”.
(Alejandro Romero Cabrera, Licenciado en Historia del Arte y Vocal de cultos de la Real Hermandad de Caballeros de Ntra. Sra. de la Fuensanta.)
La talla de la Virgen tiene origen gótico, aunque fue retocada en el siglo XVIII por el imaginero Roque López, atribuyéndose el Niño a Francisco Salzillo.
Una emocionante subida al monte
A las 7 de la mañana, tras una misa rezada, es llevada la Virgen de la Fuensanta, desde la Catedral a su Santuario en el Monte. A su paso por las calles de la ciudad, abarrotadas de fieles, la romería adopta la forma de procesión, con devotos en largas filas, las autoridades y el clero.
Es en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen donde se finaliza el cortejo procesional y se organiza la romería. Por la carretera de Algezares, asciende una fervorosa muchedumbre que acompaña a la Patrona, portando muchos de sus integrantes los tradicionales velones encendidos.
Tras escuchar la misa celebrada en la explanada y presenciar la entrada de la Virgen en santuario, los romeros realizan una comida popular bajo la sombra de los pinos.
Los lugares predilectos para refugiarse a comer son el cenobio de la Luz o los sombreados parajes del Valle, la Cerrilla o la Cresta del Gallo, con su vistas privilegiadas.