Es una imagen de vestir, realizada en madera y de tamaño algo mayor que el natural.
Se trata de la Virgen de la Alegría, devoción que alcanzó un gran auge en el siglo XX.
La Virgen de la Alegría esta representada de pie y de frente. Es una escultura muy lograda, de gran belleza y encanto.
Tiene un rostro dulce y muy agraciado. Sus ojos miran a quien la contempla, con gran serenidad, transmitiendo serenidad.
Desde el punto de vista técnico esta muy bien ejecutada. Las manos se cruzan sobre el pecho y por debajo de la barbilla.
Los rasgos anatómicos son espléndidos. Los ojos grandes, la nariz fina, los pómulos sobresalientes, la boca cerrada y de labios más bien sutiles, con la barbilla redonda como las que hacia Salzillo. El cuello largo le confiere una línea muy elegante. De sus pequeñas orejas penden unos largos pendientes.
Está vestida con una túnica de color beige y cubierta con un manto muy largo de color verde, a su vez, sobre este encontramos otro de tamaño menor y dispuesto a modo de capa, en color dorado. La cabeza se cubre con una mantilla de color blanco que cae sobre los hombros hacia la espalda.
Observaciones:
Resulta curioso, como esta advocación es cada vez más requerida por numerosas parroquias de toda la región.
Nombre: San Bartolomé
Objeto: Escultura.
Autor :José Antonio Hernández Navarro
Fecha: Siglo XX
Ubicación: Iglesia de San Bartolomé Beniel