Este religioso franciscano y escritor, que firma sus libros como Fermín María, nació en Bullas el 16 de noviembre de 1912. Ejerció su ministerio sacerdotal por varios lugares de España y América, llevando a cabo una eficaz campaña apostólica.
Cultivó fundamentalmente la poesía, publicando sus primeros versos en la revista Espigas y Azucenas. A partir de 1942 comienza a brillar su actividad poética a consecuencia de obtener un premio en Lugo por su poema eucarístico “Apoteosis del grano de Trigo”, en donde se muestra ya con un espíritu franciscano y con un sentido místico, notas que van a ser características de su poesía.
En 1948 publica “Momentos”; después, “Corazones y rosas” (1951), “Murieron los lobos” (1955), “Mensaje sin palabras” (1960) y, en prosa “El Corazón de mi madre” (1952).
Obtuvo la licenciatura en Teología en Comillas, lo que le produce un acicate en su nueva actividad poética, publicando un poemario, "Las bienaventuranzas del agua" (1969). A partir de 1972, y coincidiendo con su marcha a América, su poesía toma otro rumbo, adquiriendo un sentido épico-narrativo, evocando a veces con un sentido elegíaco los valores de las civilizaciones precolombinas. Éste es el sentido de su obra “Llanto por Tecún Umán” (1978), inicio de lo que después será su portentoso “Llanto general por Guatemala” (1986).
Dentro de la poesía religiosa española contemporánea, es uno de sus más destacados valores.
Cultivó también el teatro, siendo autor del poema lírico dramático “El loco de las maravillas”.
Entre sus últimas obras destacan, en prosa “Fray Candido” (1995) y en poesía “Romance de la Lengua Niña. Homenaje a Berceo” (1996) y "Diario de un cura de aldea"(1999).