UN POBLADO ENEOLÍTICO: LAS AMOLADERAS
Se trata de un poblado eneolítico situado en Cabo de Palos (2850 a.C). La proximidad de la costa rocosa del Mediterráneo y una zona lacustre-marjal de agua dulce (salinas de Cabo de Palos), le proporcionan gran cantidad de fauna malacológica y pesca, y lo convierten en un lugar idóneo de caza de mamíferos y, muy especialmente, de aves acuáticas.
El asentamiento se emplazó en una plataforma de dunas fósiles próximas al mar. La ausencia de cimientos y el hecho de no haberse hallado indicios de un cerramiento fortificado del lugar, como suele ser frecuente en otros casos, indica que Las Almoladeras fue un campamento estacional de larga duración. Debió asentarse en chozas o cabañas sin demasiada consistencia, como por otra parte cabría esperar de unas construcciones tan sujetas a la perentoriedad temporal desde la que fueron concebidas, y la falta de piedra en el lugar.
Parece que este poblado cumplió una doble función: el aprovechamiento de los recursos que ofrece el mar y la caza.
La existencia de pequeños molinos para grano indica, además, que una parte de las necesidades alimenticias estaba cubierta por los cereales procedentes de alguna plantación cercana al poblado.
La fabricación de utensilios diversos y armamento de sílex, hachas y azuelas de piedra pulimentada, elaboración de abalorios y collares con las conchas de pequeños moluscos, el trenzado del esparto y la fabricación de cerámica, ocuparon una parte del tiempo en que el poblado se mantuvo activo.