Biografía
Un aguileño con vocación franciscana
Alfonso Ortega Carmona nació en la ciudad de Águilas, aunque pronto sus estudios lo alejarían de la ciudad costera. Realizó el bachiller en Cehegín. Por esa época su principal vocación sería convertirse en sacerdote franciscano. Debido a este anhelo estudió Filosofía en la ciudad albaceteña de Hellín, ya que en ese término se encontraba el Centro de Formación Franciscana.
Marchó a Orihuela para progresar en el campo de la Teología. Tras un tiempo le destinaron a profundizar en su estudio predilecto: la literatura y la cultura griega y latina.
Siguiente paso: Alemania
Se encontró Alfonso con la posibilidad de ir a estudiar a Alemania, aunque sólo tenía breves nociones de su idioma. Entró a formar parte de la Universidad de Friburgo de Brisgovia, donde se relacionó con los filólogos griegos y latinos más importantes del país teutón. En Alemania, para una persona adelantada en el mundo de las letras y los estudios filosóficos, existían numerosos profesores de filosofía que con el tiempo se han convertido en filósofos reconocidos y estudiados en todo el mundo. Uno de ellos, Heidegger, fue según palabras del propio Alfonso Ortega, su gran maestro.
Por mediación de un profesor de la universidad, tuvo la oportunidad de realizar uno de los semestres académicos en Munich. Alfonso no la desaprovecharía, le interesaba tener una perspectiva más profunda de la tragedia griega. Sería en esta ciudad alemana donde se encontraría con algunos de los maestros en la traducción e interpretación de textos clásicos, como Rudolf Pfeiffer.
Tras un breve paso por Turinga para profundizar en el conocimiento de Homero, tuvo que realizar tres cursos fuera de Alemania. Se trasladó a Oxford donde escucharía las enseñanzas de grandes intérpretes y filósofos como Bertand Russell, y a historiadores como Arnold J. Toynbee.
De vuelta en Friburgo se doctoró en Filosofía y Filología clásica.
Su vuelta a España
Tras su doctorado marchó a Madrid, donde estuvo trabajando en la revista de investigación Verdad y Vida. Pero enseguida comprendió que lo que realmente iba a llenar su vida sería la enseñanza.
Volvió a Murcia, concretamente al colegio en el que había dado sus primeros pasos como estudiante, a Cehegín. Al poco tiempo fue nombrado Director del Centro. Desde este cargo intentó dinamizar las actividades del centro. Propuso aulas de diálogo y conversación para los jóvenes, en las que fluyeran las ideas y todos pudieran expresar su punto de vista. Además incorporó el deporte al colegio con la máxima de Ment sana in corpore sano.
En este colegio estuvo hasta 1958, año en el que su círculo de amistades y familiares le aconsejaron que preparara unas oposiciones a la Cátedra de Griego en la Universidad Pontificia de Salamanca. Tras conseguir la plaza, en esta universidad desarrollaría su tarea educativa hasta 1998, pero desde 1970 compartiendo semestres con la Universidad de Friburgo de Brisgovia, donde había sido nombrado profesor honorario. Alfonso Ortega relata que el semestre de invierno lo pasaba en Salamanca, y el de verano, entre marzo y julio, enseñaba en Alemania.
En esta etapa de su vida compartiría momentos y enseñanzas con catedráticos como Karl Büchner y Martin Heidegger, de la Universidad de Friburgo, Rudolf Pfeiffer y Friedrich Klingner, de la Universidad de Múnich, Wolfgang Schadewaldt, de la Universidad de Tubinga, y Arnold Joseph Toynbee, de la Universidad de Londres.
El desarrollo de la oratoria
Uno de los campos en los que el profesor Ortega Carmona más ha trabajado en los últimos años ha sido el de la oratoria. Ha intentado profundizar con sus alumnos en el arte del bien hablar y de difundir la cultura en todos sus aspectos
Ha impartido Cursos de retórica en numerosos centros de estudio, y ha enseñado y enseña a hacer un buen uso de la palabra a juristas, políticos y gobernantes de todo el mundo. Entre estos personajes es de destacar, por su cargo y por el país al que representa, a Bill Clinton, ex Presidente de los Estados Unidos de América.
Sus trabajos actuales y reconocimientos
En la actualidad Alfonso Ortega Carmona es Catedrático Emérito de la Universidad Pontificia de Salamanca, y Profesor Honorario de la Universidad de Friburgo. Continúa dirigiendo, organizando y participando en cursos sobre oratoria, traducción e interpretación de textos antiguos y filosofía, sus grandes pasiones.
El 27 de septiembre de 2004 fue uno de los días grandes en la vida de Alfonso: fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Murcia. Para finalizar su Lección Magistral afirmaría:
'El humor, en todas sus variaciones, algo puede ayudar a vivir con más prudencia. Con él se lleva serenidad a los sanguíneos, a los flemáticos se quita indiferencia, a los melancólicos se infunde alegría, y excesiva pasión se les modera a los coléricos. Su beneficio y sentido supremo lo expresó en su Autobiografía el Homero del humor moderno, Charles Chaplin: "El humor conserva nuestra existencia y es signo de nuestra cordura".