El señorío de los Vélez
La villa de Librilla bajo el dominio de los Fajardo experimentará un progresivo desarrollo. La población alcanzó el número de 162 vecinos a comienzos del siglo XVI, dedicados en su mayoría a las tareas agrícolas. Dada su posición estratégica se refuerzan las torres defensivas del Castillo. Al elevarla en altura, la torre de Librilla se veía desde Alhama, lo cual facilitaba el control, vigilancia y defensa del Valle del Guadalentín. Para alojar a los señores durante su estancia en la villa construyen una casa solariega. Además, edifican caballerizas destinadas a dar cobijo a jinetes y monturas, que realizaban tareas de correos y postas. De todo esto queda constancia en documentos de la época.
Evolución de la villa
En 1754 la población alcanzaba el número de 490 vecinos. La mayoría tributaba al señor feudal el diezmo obligatoriamente, lo cual limitaba el desarrollo de la población. Hasta el siglo XVIII, el duque de Montalvo, que ostentaba el título de marqués de los Vélez, residió en la casa residencial del pueblo. La Iglesia Parroquial de San Bartolomé se levantó sobre una primitiva ermita a principios del siglo XVI, y estuvo en pie hasta 1770. Posteriormente se emprendieron obras de reforma, que dieron lugar a la actual planta de la iglesia.