El Islam en la Rambla de Algeciras
El paso estratégico que constituía la Rambla de Algeciras en el curso del Guadalentín impulsó la ocupación del área de Librilla. Para la defensa de la población se creó el hisn o Castillo de la Media Luna. Su cimentación es probablemente tardo-romana y, posteriormente, habría sido ampliado por los árabes. Consta de amplios muros y siete torres. Su construcción terminó en el año 1154.
Al-Idrisi, un historiador árabe que viajó por las regiones del Sureste peninsular, mencionó en su obra la población de Librilla. La denominó Limbralla, que en árabe viene a significar "barranco de los espectros". De ahí derivaría el nombre actual de la villa. Del paso de los árabes quedan otros vestigios como son el Pontezuelo, un azud y diversos aljibes. El aprovechamiento de las aguas para la agricultura fue una de las grandes aportaciones de la cultura árabe.
Librilla cristiana
Según el Tratado de Alcaraz de 1243, la zona quedaba anexionada a la Corona castellana de forma pacífica. No obstante, la sublevación mudéjar entre 1264 y 1266 se extendió con facilidad entre la población local. En parte contribuyeron los mudéjares granadinos, que alimentaron la insurrección por interesarles estratégicamente el paso sobre el Guadalentín. Una vez sofocada la revuelta, el territorio librillano pasó por diversas manos.
La Corona dona la villa al Concejo de la ciudad de Murcia en 1336. Poco después, el adelantado del Reino la incorporó a su heredad, sus descendientes tomarían posesión de esta tierra. Hasta que en 1381 Alonso Yáñez Fajardo compra el lugar y la fortaleza de Librilla, para unirlas a sus otras posesiones en Alhama. Esta nueva adquisición le garantizaba el dominio del paso entre las ramblas de Algeciras y el Molino. Su mayorazgo quedaba constituido, e iría en aumento. Declarada villa en el año 1458, Librilla crecería según la voluntad y los designios del señor de Fajardo.