La receta de Alcachofas de la abuela transforma esta verdura en una exquisita experiencia para el paladar.
Tiene como absoluta protagonista a la alcachofa, ya que es el único ingrediente del plato. Si llevados a engaño, se cree que se está ante una insípida receta de dietas adelgazantes, nada más lejos de la realidad. La maravillosa salsa que acompaña a esta planta lo convierte en un plato sabrosísimo.
La alcachofa es una planta cargada de propiedades beneficiosas para el organismo. Se trata de una planta diurética, hipoglucemiante, antidiarreica y, según recientes estudios, los ácidos que contiene son anticancerígenos. Por si fuera poco, es deliciosa al paladar.
La receta de las Alcachofas de la abuela respeta el sabor natural de la planta y le añade un toque, con su salsa elaborada a base de vinos.
Ingredientes para cuatro comensales
8 alcachofas
Un vasito de vino blanco y otro de tinto
30 g de piñones
3 hojas de laurel
1 litro de caldo de carne
1 litro de agua
100 g de aceite de oliva y una pizca de sal
Modo de elaboración
Paso 1: Pelar y limpiar
Se pela la alcachofa, retirando las hojas exteriores. Se aprovecha en esta receta la parte interior, más carnosa y blanda. Una vez que se tiene el corazón de la flor se cortan las puntas de la alcachofa. El rabo se conserva hasta una altura de unos 10 cm. Se pela también el rabo, retirándole los rizomas y las hojas. Se comprueba que todas las partes de la planta están blandas.
Paso 2: Freír
A medio fuego, en una sartén con abundante aceite, se fríen las alcachofas hasta que quedan doraditas por fuera. Las hojas exteriores quedarán más tostadas que el interior. Una vez retiradas las alcachofas, se puede aprovechar ese aceite caliente para freír los piñones que acompañaran al plato terminado.
Paso 3: Cocer en el caldo
La salsa se prepara añadiéndole al agua, el caldo de carne, el vino y un poquito de sal. Si se quiere espesar la salsa se le puede añadir un puñado de harina. Se remueve cuidadosamente hasta que quede bien mezclado. El caldo se lleva al punto de ebullición. Entonces se añaden en la olla las alcachofas. Se deben dejar hervir unos diez minutos. Luego se retiran del fuego y se deja reposar.
Presentación en mesa y acompañamiento
Las alcachofas deben servirse en raciones individuales de una o dos por persona. Se parten por la mitad, incluyendo el rabo. La salsa debe verterse sobre la alcachofa.
Se esparcen un puñado de piñones para decorar y completar el plato. El plato debe comerse rápidamente una vez servido, para que la salsa no se enfríe.
Variantes gastronómicas
La alcachofa en la Región de Murcia conoce multitud de variantes a la hora de cocinarla. Se puede encontrar esta planta en hervidos, a la plancha, asada o en conserva. La potente industria conservera de Murcia, encuentra en la alcachofa un excelente producto para la exportación. El tratamiento al que se somete la planta la deja de color blanco y con una textura muy blanda. Las hojas exteriores se retiran, conservando sólo el corazón.
La alcachofa posee entidad suficiente para presentarse por sí sola como plato. Aunque también se puede encontrar acompañada de otras verduras, sobre todo en las parrilladas de verduras.
El popular arroz con verduras, característico de la huerta murciana, tiene como protagonista a la alcachofa.