Realizado en madera policromada. Tamaño casi del natural.

El conjunto consta de cuatro figuras, en un primer plano esta Maria Magdalena en actitud de sobresalto. Su torso esta inclinado hacia el cristo, y sus brazos están elevados hacia el cielo y su mirada esta totalmente centrada en la acción importante de la escena, su vestimenta es sencilla, porta una túnica larga que apenas marca la figura y sobre esta una capa de color celeste con los bordes dorados  simulando encajes, en el cuello le bordeara una tela que le cubrirá el cabello.

A su lado esta Nicodemo, figura enérgica y de gran fuerza expresiva. Sostiene el torso de Jesús completamente yacente. Sus rasgos son los propios de un hombre maduro, la barba es espesa y muy modelada, de color castaño, su atuendo es sencillo, una túnica lisa sin decoración, pero en la que se deja entrever la posición de su rodilla que esta en tensión ayudando a sujetar el cuerpo de cristo, y en la parte superior se le ven los pliegues que le forman la tirantez de la cabeza del Cristo.

En esa misma línea al lado de Nicodemo, nos encontramos a otra figura que esta arrodillada y en actitud de coger al Cristo.

Al frente de estas figuras nos encontramos otras dos. Una de ellas es la de san Juan, es significativo la posición de su mano izquierda, a la vez que sujeta la capa, presiona su pecho como muestra de dolor por la muerte de Cristo. La otra figura, en un primer plano casi tapando a san Juan. Observamos que tiene la intención de arrodillarse con una sola pierna, denotando gran tensión en sus músculos. Los brazos estirados con el propósito de reposar el cuerpo yaciente en el sepulcro, en las manos  se ven las venas y los nudillos de los dedos como expresando la fuerza que esta ejerciendo, al coger la sabana, con los pies de Cristo.

Y en el centro de toda la composición, la figura más importante, Cristo yacente, con la boca abierta y los ojos entreabiertos, pero ya fallecido, mostrando en su costado y en sus manos y pies las heridas, producidas por los múltiples golpes recibidos por los romanos, y las señales producidas por los clavos, las dos figuras lo llevan sobre una sabana blanca.

Observaciones

Juan González Moreno va a comenzar su andadura en la escultura murciana hacia el año 1927.

La figura del Cristo Yacente es la única de todo el conjunto que ha sido restaurada debido al deterioro que le producen los desplazamientos de Semana Santa, donde es paseada como paso procesional por las calles de Murcia.

Nombre: Santo Sepulcro

Objeto: Escultura.

Autor: Juan González Moreno

Fecha: Primer tercio del siglo XIX

Ubicación: Iglesia de San Bartolomé de Murcia.