Es una talla realizada en madera policromada.
Se trata de la figura del Niño Jesús, que aparece al encuentro del pastor Pedro Botía.
Está colocado de frente, en actitud caminante, con la pierna izquierda más adelantada que la derecha. Está descalzo y viste túnica dorada, decorada con motivos vegetales en diferentes tonos de dorado, verde, azul y rojo. En la cintura un estrecho cinto le sujeta la túnica. Dicho cinto es de color verde con decoración de líneas verticales y círculos en las mismas tonalidades que los motivos decorativos de la túnica. Se anuda en el centro formando una lazada que cae hacia abajo, rematándose por unos flecos en un color entre granate y marrón.
El Niño, está dispuesto con los brazos abiertos. Con el izquierdo sostiene la cruz y con el derecho bendice.
Cuenta la leyenda que un niño de Mula, Pedro Botía, estaba pastoreando el rebaño por el monte cuando se le apareció el Niño Jesús.
Los padres de Botía habían muerto, víctimas de la epidemia de peste que asoló por aquellos años la región de Murcia, causando un gran número de muertes en la zona de Mula. Como consecuencia de ello Pedro estaba triste y desconsolado, cuando el Niño se le apareció.
Años después tuvo otra nueva visión en Asís, frente a la tumba de San Francisco. Como resultado de las visiones entró a formar parte de la Orden de San Francisco y mandó construir la ermita donde se venera la imagen que nos ocupa.
Observaciones:
Es una imagen de gran devoción entre los habitantes muleños. En septiembre se celebra la festividad del Niño, siendo este trasladado en romería al pueblo de Mula.
José Ponsoda Bravo es un escultor del siglo XX nacido en Valencia. En dicha ciudad tenía un taller y estudio, concretamente en la plaza de San Lorenzo de Valencia. Fue ayudante de la escuela oficial de Artes y Oficios y del instituto General Técnico de Valencia.
Nombre: Niño Jesús de Belén
Objeto: Escultura
Autor: José Ponsoda Bravo
Fecha: Siglo XX. 1940
Ubicación: Santuario del Niño Jesús de Balate de Mula