Talla en madera policromada. Tamaño algo menor del natural. Se conserva en muy buen estado.
Se representa a Cristo aún vestido, con la pierna derecha avanzada, en posición de caminar. Los brazos, en suave contraposto, se cruzan por debajo de la cintura a la altura de las muñecas. La cabeza gira suavemente hacia la derecha. La mirada es dulce, dirigida hacia abajo, supuestamente hacia el fiel que se acerque.
En cuanto a la controversia de su atribución, el tratamiento de la cabeza, rostro y cabellos tienen el virtuosismo de talla y los rasgos típicos que definen la obra de Bussy, ejemplo de ello es la mano derecha; en ella podemos observar un perfecto estudio anatómico de venas y tendones que recuerdan las de San Francisco de Borja o las de San Isidro Labrador. Pero lo más convincente respecto a su autoría es el movimiento, ese suave giro de columna que pone en leve tensión todo el cuerpo y agita las telas de sus vestiduras en plegados muy bien estudiados y trabajados que incluyen las aristas allá donde el movimiento se hace más patente, en los brazos y en la pierna derecha, cayendo suaves y redondeados por los laterales y parte trasera.
Tanto el análisis del movimiento como de los plegados de la vestimenta, el diseño y expresión del rostro y hasta el estudio de la policromía con que se adorna la túnica, nos llevan al maestro Bussy, siendo esta considerada como una de sus más conseguidas piezas.
Observaciones:
Tradicionalmente se ha venido atribuyendo a Marcos Laborda, discípulo de Francisco Salzillo, aunque, como señalabámos, recientemente se ha adscrito a Nicolás de Bussy, en función del análisis estilístico de la obra y el estudio de calidades de la misma.
Un dato a tener en cuenta es que Bussy trabajó para los jesuitas en Murcia, con lo cual no sería extraño que también lo hiciese para los de Caravaca.
Nombre: Cristo Maniatado o Cristo del Prendimiento
Objeto: Escultura.
Autor: Atribuido a Nicolás de Bussy .
Fecha: Siglo XVII
Ubicación: Iglesia de El Salvador Caravaca de la Cruz
