Bernabé Gil Riquelme. Molina de Segura, 1910- Albacete, 1976.
De las primeras tallas a la Academia de Bellas Artes de San Fernando
Bernabé Gil Riquelme nació en Molina de Segura el 8 de octubre de 1910, en el seno de una humilde familia compuesta por el matrimonio de Bernabé y Fulgencia.
Su padre era molinero de profesión, y trabajaba en un molino en la ribera del río, propiedad de los Condes de Heredia Espínola.
Fue en el molino de su padre donde Bernabé Gil Riquelme comenzó a fraguar su arte y habilidades de escultor, ya que desde pequeño colaboraba en la preparación de las regatas de la piedra del Molino, valiéndose de utensilios como el pico y la bujarda.
Pronto Bernabé Gil se atreve a cincelar una piedra empleando un escoplo y un viejo cuchillo, consiguiendo un sorprendente resultado: había esculpido una bellísima imagen de la Virgen de la Asunción.
Todo el pueblo quedó maravillado con la hazaña de Bernabé, hasta el punto que, el administrador de la Casa Heredia-Espínola, don Agustín Virgili Quintanilla, decide convertirse en el mecenas artístico de la joven promesa.
Cuando Bernabé finaliza un curso de aprendizaje en la Escuela de Artes y Oficios de Murcia, don Agustín le costea estudios en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid.
En la capital de España permaneció el joven escultor molinense varios años, aprendiendo modelado y escultura de las manos del docente y escultor extremeño Enrique Pérez Comendador.
La Guerra Civil y la recuperación de la imaginería molinense
El estallido de la Guerra Civil en España (1936-1939) tuvo consecuencias nefastas en obras de arte de la imaginería religiosa. Molina de Segura quedó verdaderamente diezmada, ya que los expolios e incendios de la contienda destruyeron buena parte de las joyas que albergaban los templos de la ciudad: esculturas, retablos y piezas de orfebrería.
Al igual que otros artistas murcianos, Bernabé Gil regresaría a su tierra natal al finalizar la contienda, para restaurar y tallar nuevas imágenes para la Iglesia de la Asunción, la Ermita de San Roque y la Ermita de la Consolación.
La imagen primitiva de la Virgen de la Consolación, patrona de Molina de Segura, era una bella talla medieval realizada en madera de cedro, desaparecida durante la Guerra Civil. En 1941 Bernabé Gil reemplazó esta imagen con una nueva a la que dotó de su sello personal. Un año después realizó una de las piezas más hermosas de la Iglesia de la Asunción, la imagen de su Virgen tallada en madera.
La Ermita de San Roque también alberga en su interior algunas de las tallas más hermosas del escultor molinense. La más representativa es, sin duda, la imagen de San Roque, inspirada en la obra de Francisco Salzillo de 1757. Esta ermita también acoge las tallas de dos pasos procesionales pertenecientes a Bernabé Gil, como son La Verónica y el Cristo atado a la columna.
En 1949 contrae matrimonio y se traslada a vivir al número nueve de la murciana calle de las Balsas.
El reconocimiento del arte de Bernabé Gil Riquelme
En 1951 Bernabé Gil obtiene por primera vez el Premio Salzillo, de manos de la Excma. Diputación Provincial de Murcia, por el grupo escultórico San Juan de Dios. A este concurso también se presentó el entonces joven escultor Francisco Toledo Sánchez, que llegaría a ser un excelente artista del realismo contemporáneo español.
En esta obra Gil Riquelme se alejó del prototipo barroco, realizando un original grupo escultórico compuesto por tres figuras en piedra amarilla de las canteras murcianas.
La actividad creativa de Bernabé fue constante, realizando obras para su tierra natal y para otras localidades murcianas, como la imagen del San Juan, realizada primero para Molina de Segura y luego para Alguazas, la Inmaculada Concepción, para su plaza en Cartagena, o la ornamentación de la Fuente de los Pescados de Lorca.
En 1957 Bernabé Gil ve reconocido nuevamente su arte con un nuevo Premio Salzillo, esta vez por el Altorrelieve ejecutado en madera policromada de San Juan de Dios amparando a los enfermos (Caridad), que actualmente decora la Iglesia de San Juan de Dios de Murcia.
En la década de los cincuenta, Bernabé Gil también se encontraba trabajando en la Catedral de Murcia, aquejada del mal de la piedra, restaurando y renovando piedra en la Puerta del Pozo y en la Plaza de los Apóstoles.
En 1960 obtiene una medalla de plata en el Segundo Concurso de Escultura de la Excma. Diputación Provincial de Alicante, por su jugador de ¿gua¿, y en 1963 colabora con Conte como escultor principal en las carrozas mitológicas del Entierro de la Sardina.
Los últimos años del maestro escultor
Hacia 1965 Bernabé Gil cae enfermo y su actividad artística decrece inevitablemente.
Falleció en Albacete el 1 de diciembre de 1976, a los 66 años de edad, dejando un legado escultórico abundante e impecable en su tierra natal, donde siempre será recordado por su arte, humildad y generosidad.