Talla en madera policromada.
San Antonio de Padua con el Niño Jesús desnudo, recogiendo el episodio que relata la aparición.
La figura de san Antonio, sin apenas movimiento, tiene gesto sereno, con cabeza inclinada, túnica con pocos pliegues y capa corta que, según Martín González, envuelve como marco al Niño y define una silueta de composición cerrada. La figura del Niño en comunicación con el humilde fraile franciscano que tanta devoción despertó, esta dispuesta sobre un blanco manto.
La lucidez intelectual, el preciosismo técnico y la sencillez extrema destacan en este grácil trabajo postrero, de gran verismo y espiritualidad.
El cuidado acabado, de refinada sensibilidad pictórica, se revela en las delicadas carnaciones al pulimento y detalles como la disposición de las rayas del hábito, en contrapunto con la blancura del paño.
Alonso Cano aprovechó la importante aportación cortesana y andaluza de su tiempo en las tres artes que estudió y contribuyó a la creación de tipos, como bien ha resaltado Gómez Moreno.
Observaciones: Encargado por Alonso Antonio de San Martín siendo abad de Alcalá la Real. El nombre del abad de Jaén consta en una inscripción en la peana junto con el del artista que añade su condición de racionero y su vecindad granadina.
Nombre: San Antonio de Padua
Objeto: Escultura
Autor: Alonso Cano
Fecha: Siglo XVII. 1666-1667
Ubicación: Iglesia de San Nicolás (Ciudad de Murcia).