La Semana Santa de Ricote ha resurgido en los últimos 20 años con la fuerza que le ha dado la creación de sus dos Cofradías.
En dos años concretos, 1984 y 1985, nacieron la Cofradía del Santísimo Cristo de la Agonía y la Cofradía de la Virgen de los Dolores, San Juan y Cristo Resucitado.
El trabajo y tesón de los cofrades ha hecho que en estos 20 años la fuerza y pasión de su Semana Santa llegue a alcanzar un nivel que las equipara a las más importantes de la Región de Murcia.
Una Semana Santa que no se ciñe sólo a los actos que se celebran entre Viernes de Dolores y Domingo de Resurrección, sino que ya el Miércoles de Ceniza, todo el pueblo se vuelca en los actos religiosos.
Desde el marco incomparable de la Parroquia de San Sebastián, tronos, bandas y penitentes procesionana por unas calles que aún conservan el sabor y la especial candidez de la ciudad medieval.
Unas fiestas que, gracias al trabajo de algunos cofrades, han traspasado en los últimos años las fronteras de la Región, y están empezando a ser conocidas en lugares tan apegados a estas fechas como Sevilla o Córdoba.
Las antiguas Cofradías de Ricote, posible germen de las actuales
En el siglo XVIII nacieron en Ricote tres Cofradías con la finalidad de realizar obras de piedad. Desarrollaban una importante labor social, siempre bajo actividades benéficas, asistenciales y religiosas.
El Patronato de estas Cofradías de Ricote fue ejercido por el Ayuntamiento y el cura párroco. Aunque se trataba de congregaciones de obra social si se puede ver ya en ellas el germen de las actuales Cofradías y cofrades de Semana Santa.
Nuestra Señora de la Purísima
Posiblemente se trate de la Cofradía más antigua de Ricote. Se desconoce la fecha y el nombre de su fundador, pero sí se sabe que poseía varias fincas de regadío y secano, y una casa que alquilaba en la población. La renta que obtenía de este alquiler se invertía en el culto a su imagen, la Purísima.
Nuestra Señora del Rosario
Esta Cofradía fue constituida por Ana Carrillo en 1725. Poseía, al igual que la Cofradía de Nuestra Señora de la Purísima, algunas tierras de regadío y secano. Estas propiedades eran administradas para la cofradía por un mayordomo.
Los ingresos que obtenía la congregación eran empleados, aparte de en su obra social, en celebraciones de misas, así como en la decoración y mantenimiento de la imagen de Nuestra Señora del Rosario.
Cofradía de las Benditas Ánimas del Purgatorio
Francisco Carrillo fue el fundador de esta cofradía en 1733. Según se dice en el libro Ricote y la Niña Bonita: 'siendo objeto de su fundación para celebración de misas y costeos de funciones que por pláticas, tienen la cofradía.'
Poseía algunas fincas de riego y secano, dos casas y un pozo de nieve. De todos estos bienes obtenían aproximadamente 1.500. Parte de ellos eran para obra social, y el resto se aplicaban en el culto a beneficio de las ánimas.