Al igual que el resto del Valle, el municipio de Ricote ha sido habitado de forma continuada desde el Neolítico hasta la actualidad. Enclavado en un paraje lleno de riquezas naturales, Ricote disponía de los factores que le convertían en un lugar atractivo para el asentamiento.
El Neolítico y la cultura de El Argar
Del Neolítico Final (hace 5.500 años aproximadamente) se han encontrado en Ricote dos yacimientos significativos relacionados entre sí: Peñón de Mazarrón y Cueva del Peñón. Es posible que el material arqueológico hallado no se encuentre en su lugar de origen, sino que el paso del tiempo lo haya trasladado de lugar. Las cerámicas decoradas y la industria lítica encontrada hablan de un pequeño asentamiento de población, ya en época neolítica. En los últimos años se han podido constatar restos de la cultura argárica en Ricote. Han aparecido algunos indicios de poblados argáricos, identificados por su cerámica y por la ubicación de sus enterramientos.
El mundo íbero y romano en el Valle de Ricote
No se tienen vestigios en el municipio de Ricote sobre la ocupación íbera. Pero la cercanía de los yacimientos de Bolbax, en Cieza, y Cabezo del Tío Pío, en Archena, las dos puertas del Valle hacen que se establezca una población y una cultura íbera en todo el Valle de Ricote. En el municipio de Ricote no se han encontrado aún vestigios que lleven a una ocupación romana. Pero al igual que sucede con las culturas argárica e íbera, la civilización romana tuvo un gran asentamiento en el cercano paraje del Salto de la Novia. Se trata de una ciudad fortificada y floreciente. Los grandes recursos naturales, la fácil defensa y el nudo de comunicaciones hicieron del Valle de Ricote una plaza fuerte en la época tardorromana.