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El Papa preguntó por el gran pensador musulmán
El hermano de Ibn Sabín, Abo-Talib Aben Sabín, fue secretario del emir murciano que reinó tras el Pacto de Alcaraz firmado en 1243. Estando bajo el protectorado de Alfonso X 'El Sabio', este emir quiso quejarse al Papa de Roma de que el infante incumplía el pacto que se había firmado. Envió una embajada a la Basílica de San Pedro en el Vaticano, encabezada por Abo-Talib para que el Papa de Roma mediara, con la finalidad que el infante don Alfonso se ciñera a lo pactado en Alcaraz.
Según Fernández González: "Llegó el embajador a la ciudad, donde ningún muslim sentaba la planta. Allí, cumplida su misión, dirigióle el pontífice algunas preguntas personales y contestólas con tan rara prudencia que volviéndose el Papa a los que les rodeaban, díjoles algunas palabras: Sabed que el hermano de Abo-Talib es hombre tan sabio, que no hay entre los muslimes quien conozca a Dios mejor que él". Se deriva de esta cita que la conversación entre el Papa y el embajador musulmán estuvo centrada en Ibn Sabín. Según parece, cuando concluyeron los temas meramente políticos, los dos estuvieron departiendo sobre la vida, el pensamiento y la obra del maestro y filósofo ricoteño. La creación literaria de Ibn Sabín fue muy amplia. Las obras en las que se puede resumir su pensamiento filosófico son: 'Respuestas yemeníes a las cuestiones sicilianas' y 'Libro del bagaje intelectual del gnóstico'.