Marco histórico
Los grandes cambios del siglo XIII en Ricote y Murcia
El siglo XIII comenzó para Ricote con uno de los hechos más significativos de toda la historia medieval del Valle: la insurrección nacionalista de Ibn Hud (Aben Hud), contra el poder almohade. Se proclamó emir y terminó por conquistar el reino de Murcia y casi todo el territorio de Al-Ándalus. Su poder fue efímero, ya que diez años después de su levantamiento sería asesinado por su walí de Almería. A su muerte, el reino que conservaba se desintegró. Aunque valiente y ambicioso, Ibn Hud sufrió su falta de capacidad política, y el poderoso brazo amenazante de la Reconquista cristiana del siglo XIII. En la actualidad, existen algunos historiadores que emplazan el levantamiento de Ibn Hud en el Castillo de la vecina Ojós. Durante el primer tercio del siglo XIII Ricote vio nacer en sus tierras a dos de los pensadores, filósofos y científicos más grandes que ha dado la Región de Murcia: Ibn Sabín y Al-Ricotí.
El Pacto de Alcaraz, la entrada cristiana
A mediados del siglo XIII, la inestabilidad en el poder del reino de Murcia hizo que el campo estuviera en perfectas condiciones para ser conquistado por los ejércitos cristianos. Las querencias personales de los distintos gobernantes que se sucedieron en la zona llevó al reino a un hundimiento político, militar y económico. Al Pacto de Alcaraz de 1243 acudieron los dos bandos: el cristiano, de la mano del infante don Alfonso; y el musulmán. Por parte musulmana acudieron numerosos arraeces para aceptar la capitulación, cada uno independiente en su zona. Entre ellos figuraba el del Valle de Ricote.
Este pacto suponía la supremacía de Castilla sobre el reino de Murcia. La mitad de las rentas públicas y las principales fortalezas cayeron en manos de los castellanos. Entre estos castillos estaba el de Ricote. A cambio, Castilla protegía y respetaba a los musulmanes que vivieran en las tierras conquistadas. Pocos años después, en 1264, se produjo la revuelta de los mudéjares por la poca veracidad de los acuerdos entre ellos y Alfonso X 'El Sabio', entre otras cosas. La entrada en Murcia de Jaime I de Aragón dos años más tarde devolvería el reino a los cristianos.
La organización en el Valle de Ricote durante el siglo XIII
Los mudéjares del valle estaban gobernados y representados ante los castellanos por la aljama. Las figuras más importantes de esta aljama eran los jeques o suyuj, los viejos u hombres buenos. En el Valle tenían sus propias leyes, practicaban libremente su religión y casi disponían de independencia jurídica y administrativa. Al final del siglo XIII, la sucesión de Alfonso X se complica por la muerte de su heredero. Subirá al trono Sancho IV, que contó con la ayuda de algunas órdenes religiosas a las que había prometido tierras si lo apoyaban en su empeño de ser Rey de Castilla. El Valle de Ricote sería una de estas zonas en 1285.
El poder de la Orden de Santiago en el Valle de Ricote
Tras una buena administración durante el último cuarto del siglo XIII, la encomienda creada por la Orden de Santiago se vio en condiciones de negociar con Jaime II de Aragón. El monarca aragonés había invadido el reino de Murcia en 1296, pero los castillos de Ricote siguieron perteneciendo a la Orden. Una excepción a este hecho fue el castillo de Blanca, recuperado más tarde por la encomienda. Tras algunas escaramuzas entre aragoneses y santiaguistas, las posesiones de ambos quedaron establecidas, hasta que a principios del XIV Castilla volvió a tomar el reino de Murcia bajo su mando.