Realizado en madera policromada. Tamaño algo menor del natural.
Es la imagen de Cristo resucitado, en actitud de andar, con el brazo derecho levantado y con el izquierdo sosteniendo la cruz. En el costado aparece la herida que atestigua su muerte Desde la cintura hasta los tobillos aparece cubierto con una gran prenda que se pliega de modo natural recogiéndose por encima del brazo izquierdo.
Es la figura de Cristo que ha vencido a la muerte, rescatando así a la humanidad del pecado al que Adán la había sometido tras dejarse llevar por la astucia de la serpiente.
La muerte de Cristo se produce sin que se le quebrante ni uno solo de sus huesos, tal como estaba profetizado en el libro de los Salmos. En cumplimiento de dicha profecía narra el evangelio de Juan, como uno de los soldados le punzó el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua, Jesucristo estaba muerto, cumpliéndose así la escritura de que ninguno de sus huesos sería quebrantado. La alusión iconográfica de la herida en el costado, es un atributo que refuerza la idea de la resurrección.
El gesto de gravedad y solemnidad impuesto por el airoso paño y su modo de concebirla para ser vista frontalmente, son paralelos que acercan su obra a la del ya citado Pablo de Rojas.
Observaciones
Pertenecía al antiguo retablo de la iglesia de San Juan de Dios. Se aproxima a la estética de finales del Manierismo, y a la escultura de Pablo de Rojas, uno de los escultores que sentaron los principios básicos de su formación como artista.
Sigue los parámetros estéticos de la escultura de finales del siglo XVI, tan marcada por los postulados de la Contrarreforma.
Cristóbal de Salazar, es un escultor nacido en Granada en el último tercio del siglo XVI y que llega a Murcia cubriendo la primera mitad del siglo XVII.
Nombre: Cristo resucitado.
Objeto: Escultura.
Autor: Atribuido a Cristóbal de Salazar.
Fecha: Primer tercio del siglo XVII.
Ubicación: Iglesia de San Juan de Dios (Ciudad de Murcia).