Su poesía
María Cegarra Salcedo creía en la inspiración, en el surgimiento espontáneo de las ideas. Confesaba no tener una riqueza de vocabulario amplio, como por ejemplo su amiga Carmen Conde. Se definía como sencilla pero llena de emoción.
Para María existía una especial simbiosis entre poseía y química. En su poesía se pueden vislumbrar dos planos de su propia realidad, poesía y fórmula, 'desvarío y fórmulas', título de una de sus composiciones.
Victorino Polo dijo de la poesía de María Cegarra que tenía un carácter concentrado, ofreciendo un mundo personal y prosaico pero dispuesto a ser poseído y simpatizado por todo aquel que se acercara a su obra.
También otros personajes destacados de la literatura murciana y española alabaron sus poemas, como Juan Ramón Jiménez, Cano Ballesta, Carmen Conde, Miguel Hernández.
Sus escritos son intemporales, y quizá sea en tal afirmación donde radique la magia de esta poetisa que no siguió los cánones de ninguna escuela, no se sentía parte de ellas.
En las palabras que Santiago Delgado le dedicó en el prólogo de su Obra Completa brindado a María Cegarra en 1986, expresa que la poesía de María desprende 'belleza, necesidad y emoción desde la primera palabra de cada poema'.
Persona coherente con su forma de entender la poesía y expresarla, con ideas consistentes acerca de ello, abordando temas como el paisaje natal, los entramados unionenses, sus minas, sus gentes, sus amigos, su familia, la búsqueda de Dios..., la poesía de María Cegarra sin embargo, no fue difundida por importantes editoriales ni fue motivo de reseñas críticas destacadas.