Viburnum Tinus.
Arbusto de durillo con su porte ampliamente ramificado.
José Antonio Fernández Martínez
Viburnum Tinus.
Inflorescencias, con las flores aún cerradas, y detalle de las hojas fuertes del durillo.
José Antonio Fernández Martínez

     El durillo es un arbusto de gran tamaño de hasta 7 m de altura y muy ramificado, perenne, de hojas simples, enteras, duras y persistentes, que se distribuyen de forma opuesta. Éstas son de gran tamaño (de hasta 10 cm de largo y 4-5 cm de ancho), de forma oval o elíptica y agudas en la punta (el ápice), de un color verde muy oscuro y brillante por el haz.

     Las flores del durillo son muy pequeñas (6 mm de diámetro) pero muy numerosas. Son de color blanco y todas tienen 5 pétalos. Cuando florece (entre octubre y febrero), las flores aparecen agrupadas en inflorescencias llamadas umbelas (desde un mismo punto arrancan varios pedúnculos, un triángulo invertido), en grupos de hasta 8 flores y muy numerosos y repartidos por todas las partes altas de la planta, resultando de una gran belleza plástica.

     Esta especie produce unos frutillos carnosos (drupas) de forma ovoide y de un color azul muy oscuro, que adquiere un brillo metálico al madurar.

Hábitat

     El durillo es una planta que se distribuye en zonas con una altitud entre 600 y 900 m y que tiene preferencia por zonas con cierto grado de humedad y sombrías. Es una especie propia del sotobosque asociado al encinar continental, es decir, que necesita unas precipitaciones anuales medias superiores a los 350 mm.

Distribución

     En nuestra región la podemos encontrar en las umbrías de las sierras orientales (La Pila, El Carche, Las Salinas), en las sierras más húmedas de los municipios de Cehegín y Bullas (Lavia, Burete, Cambrón), y en Sierra Espuña.

Otros Aspectos

     Los frutos del durillo se han venido utilizando en medicina popular como purgantes y, en infusiones, para contrarrestar la fiebre alta.