Vestigios musulmanes
Como resultado de una explanación de terreno en las inmediaciones del casco antiguo del municipio de Campos del Río aparecieron restos óseos y cerámicos. Se trata de un área amesetada al NE del pueblo, a unos 30 metros sobre la vega del río Mula. Los restos óseos de humanos hacen pensar en la existencia de una necrópolis en las inmediaciones. Aunque, debido a que la exhumación de las tumbas se hizo de un modo no ortodoxo, es imposible discernir si se trataba de enterramientos musulmanes o cristianos. Las piezas de cerámica, unas 157, son en gran parte islámicas. Entre ellas se encontraron vasijas, marmitas, jarras y cazuelas. Estas cerámicas permiten constatar la presencia de un asentamiento musulmán del siglo X. Lo cual adelantaría en tres siglos el origen del pueblo, que se ubicaba tradicionalmente en el siglo XIII. Se trataría, pues, de una pequeña alquería que gravitaba en torno a Mula, cabeza del distrito musulmán.
Comienzo de la Historia de Campos del Río
Campos del Río estuvo en manos musulmanas hasta su reconquista por los castellanos en el 1243. Unos años más tarde, en 1257, en Alpera, Alfonso X 'El Sabio' concede el privilegio por el que Campos del Río pasa a formar parte de la villa de Mula. Éste es el primer documento escrito donde se hace mención a este municipio. En 1343 la villa de Mula cedió Campos del Río a Sancho Manuel por un valor de mil maravedís anuales. No obstante, Mula se reservaba la jurisdicción civil y criminal. De ese modo Albudeite y Campos del Río pasaban a estar en manos de un mismo dueño. Sancho Manuel lo venderá, a su vez, a la familia de los Ayala.
En un documento de 1354 aparece documentado Pedro López de Ayala como señor de Albudeite y Campos. Debido a una traición por parte de Ayala a la dinastía de los Trastámara, le fueron embargados los bienes, según atestigua una carta de 1367 enviada por Pedro I a Murcia. Tras litigar por los derechos sobre ambos señoríos, el heredero de los Ayala, Juan Ruiz, obtuvo los derechos sobre ambas poblaciones. En el siglo XV la familia Ayala pierde gran parte de su influencia y poder político. Igualmente la situación de Campos del Río decae, llegando a los límites del despoblamiento. Las noticias que se conservan de este siglo son escasas, pero se sabe que el número de familias que quedan con bienes a finales de siglo no son más de dieciséis.