Fundación Cajamurcia
Talla en madera policromada. Tamaño menor del natural.
San José lleva cogido de la mano al Niño en actitud de conversar. Ambos caminan hacia Jerusalén, a Egipto o de vuelta a Nazaret.
Es una de las más afortunadas creaciones de Salzillo en este tema, adoptando la forma teresiana de representación.
La iconografía de san José es paralela a la evolución de su culto, que es más bien tardío ya que se desarrollará fundamentalmente después del Concilio de Trento, impulsado por los jesuitas y muy apreciado por Teresa de Jesús, bajo cuya advocación puso la mayoría de sus fundaciones en la península.
Hasta el siglo XVI las imágenes de san José lo representaban como anciano calvo y de barba blanca. Parece ser que este tipo de representación se debe a la mentalidad de que un hombre entrado en edad podía dar mayor protección a la familia. Hay varias teorías sobre ello, el caso es que a partir del siglo XVIII la figura de san José rejuvenece.
Para su realización pudo haberse inspirado en opinión de Sánchez Moreno, en un lienzo al óleo existente en la iglesia de San Esteban de Murcia.
Observaciones
Habitualmente ha sido datada en la primera época de Francisco Salzillo, pero estudios recientes de Sánchez-Rojas lo vinculan a un grupo precedente atribuido a su padre Nicolás y conservado en la clausura del convento.
El tratamiento de las formas en su aspecto puramente técnico es de una depurada ejemplaridad, de trabajo minucioso.
Nombre: San José y el Niño.
Objeto: Escultura.
Autor: Francisco Salzillo.
Fecha: Siglo XVIII. 1732-1735.
Ubicación: Iglesia del Real monasterio de Santa Clara, Murcia.
