Iglesia de San Bartolomé

     Talla en madera policromada. Tamaño natural. Es una figura de San Francisco de pie, con la mano derecha sobre el pecho y la otra agarrando una vara.

     Desde el punto de vista formal, la cabeza es pequeña, en relación con el resto del cuerpo. Si observamos su rostro nos damos cuenta que la frente es abultada, con las sienes estrechas. Las cejas son gruesas y fruncidas, los ojos son grandes, de mirada fija. Es posible que los párpados fueran acompañados de pestañas de pelo natural, recurso muy empleado en aras de lograr mayor realismo. No obstante no lo podemos afirmar ya que en la actualidad no se conserva ningún rastro que lo demuestre. La boca entreabierta, la barbilla adornada con una pequeña barba partida en dos. Son todos ellos un buen exponente de los rasgos que tipifican la obra de Bussy.

     Cuando vemos las manos, nos llama la atención las venas que forman un característico arabesco que cubre todo el dorso de las mismas. Son el producto de una agitación interna que se refleja en un lenguaje sobrio, aunque elegante, ganando en fuerza y movimiento.

    Conserva la policromía original, muy oscuras carnaciones, tonos muy cetrinos y opacos. Sus ropas son de policromía monocolor, Bussy se decanta por los marrones y el negro. Precisamente es ese colorido tan oscuro el que dota a la escultura de gran solemnidad y solidez.

    Resaltar la plasticidad de la esclavina, de composición muy suelta, creando volúmenes que contrastan con la estilización general de la figura. Los hábitos contribuyen a esa estilización ajustándose al cuerpo desde la cintura, con un movimiento que nos envuelve muy propio de Bussy.

Observaciones

    Característica de Bussy es el dramatismo que impregna sus composiciones y que más tarde será imitado por Nicolás Salzillo.

Nombre: San Francisco Javier.

Objeto: Escultura.

Autor: Nicolás de Bussy.

Fecha: Siglo XVII.

Ubicación: Iglesia de San Bartolomé, Murcia.