Patio de la Casa Cabrera (Abanilla) [Casa Cabrera de Abanilla]
Patio de la Casa Cabrera (Abanilla)


   La expulsión de los moriscos

   La villa de Abanilla poseía más moriscos que ningún otro municipio de Murcia, su número rebasaba el millar. Cuando el Rey Felipe III decretó su expulsión de territorio español en 1613, la población sufrió un grave descenso. La villa se encontró sin mano de obra para las tareas agrícolas y sufrió una depresión económica. Las consecuencias de esta expulsión no se superarían hasta un siglo después.

   Urbanismo y arquitectura del XVIII

   Debido al aumento de la población, que llegó a alcanzar los 7.000 habitantes, la villa hubo de crecer para acoger a los nuevos vecinos. El siglo XVIII supuso un siglo de prosperidad para Abanilla.

   Las nuevas construcciones superaron el trazado medieval y rebasaron la antigua muralla. Del siglo XVIII son la mayoría de edificios significativos de Abanilla. Su Ayuntamiento lleva el escudo de Fernando VI por ser este Rey el que favoreció su construcción. La iglesia de San José, situada en la parte baja de la villa, fue consagrada en 1709 por el cardenal Belluga. También del siglo XVIII son las casas señoriales Pintada y Cabrera, que albergaron a familias de renombre y altos cargos como el comendador.