Siglo XX
El nuevo siglo se inauguró a la sombra de la flamante nueva Torre del Reloj. Hasta los años '20 no llegó la bonanza a la villa. Entonces, el progreso comenzó a hacerse notar y en 1922 se inició la construcción de la línea del ferrocarril, finalizada diez años después. Entre tanto, lejos de estas tierras, en Annual (Marruecos) España sufría uno de los mayores desastres militares de su Historia, a la vez que un militar natural de Bullas se convertía en héroe al ofrecer su vida en el cumplimiento del deber, Diego Flomesta Moya.
Tras el final de la dictadura de Primo de Rivera y las elecciones municipales de 1931, el Rey Alfonso XIII optó por abandonar España, dando lugar a la proclamación de la Segunda República. Un año antes, Antonio García García, natural de Bullas, fue nombrado obispo de Tuy y en 1938 sería nombrado arzobispo de Valladolid. En unos tiempos de efervescencia política, en 1931 obtenía reconocimiento oficial el equipo de fútbol local, el Club Deportivo Bullense, y en 1933 dispondría de su primer terreno de juego en La Murta.
Llegados a los hechos luctuosos de la Guerra Civil, Bullas, tras el primer fragor revolucionario, volvió a una relativa calma. En noviembre de 1936 Juan López Sanchez, nacido en Bullas y miembro de la CNT, accedió a la cartera ministerial de Comercio bajo la presidencia del socialista Largo Caballero. La guerra frenó en seco el crecimiento poblacional de Bullas. Con respecto a la población de 1935, en 1940 el municipio contaba con 1171 habitantes menos, entre los que se podrían incluir los muertos en la acción bélica, las víctimas de la represión de ambos bandos, los prisioneros políticos y de guerra y, por último, los huidos y prófugos.
En los primeros años de posguerra llegó a Bullas la obra del Canal del Taibilla. Las obras proporcionaron trabajo a gran número de bullenses y su culminación supuso el abandono de La Rafa como fuente tradicional de aprovisionamiento de agua. A pesar de ello, muchos bullenses buscaron en otros lugares, principalmente Cataluña, Francia y Alemania un futuro mejor, haciendo crecer alarmantemente la tasa de emigración.
La recuperación económica
Con los '60 llegó la recuperación económica. Se inició un lento proceso de industrialización en el sector conservero. Tras la muerte del dictador Francisco Franco, el pueblo de Bullas votó mayoritariamente a favor de la promulgación de la Constitución de 1978. La década de los '80 comenzó con una gran nevada, que causó graves daños a la economía bullense. El Rey Juan Carlos I en persona visitó la zona, siendo la primera vez que un monarca iba a Bullas. Tras la conmemoración en 1989 de los 300 años de villazgo se inició un proceso de promoción y de apertura al exterior, se desarrolló el turismo rural, la artesanía, y se dio un notable impulso a ese producto de las excelentes viñas bullenses, pilar de la economía agrícola desde antiguo y explotado por dos cooperativas desde los años '50 (Nuestra Señora del Rosario y San Isidro), a parte de la bodega particular del conocido Carrascalejo. En 1994 se obtuvo la Denominación de Origen para los caldos locales.