García Guirao. Moratalla (Murcia) 1904 - Madrid 1971.
Los primeros años: entre canciones de niño en Moratalla y estudios de canto en Madrid
Juan García Pérez, cuyo nombre artístico sería García Guirao, nació en Moratalla el 18 de agosto de 1904, en una familia humilde. Fue el único varón de los siete hijos, por lo que, a muy temprana edad, hubo de abandonar la escuela para ayudar en las labores agrícolas, como era costumbre de la época.
Ya en la niñez, pero fundamentalmente en su juventud, Juan dio muestras de su inquietud por la canción. Cualquier momento del día le era propicio para poner en práctica lo que tanto le gustaba: cantar.
Por las mañanas, temprano, camino de la huerta, y a lo largo del día mientras ayudaba a sus padres en las tareas agrícolas, la voz de Juan se mezclaba con los mil cantos de la naturaleza como si de una competición se tratara. Y cuentan que, a veces, los hortelanos que pasaban por allí, se detenían para oírle cantar y pedirle algún tema concreto que él interpretaba gustosamente. Apegado a su tierra natal, colaboraba desinteresadamente en cualquier acto benéfico que se organizara en Moratalla, especialmente en festejos locales, donde su voz era escuchada con admiración.
Y he aquí que los dueños de las tierras que sus padres labraban y cultivaban, oyéndole cantar y apreciando sus magníficas dotes, decidieron ayudar al muchacho pagándole los estudios de música en el Conservatorio de Murcia. Aunque al principio se resistió a la propuesta por no dejar a sus padres y hermanas, finalmente pudo más su vocación musical y aceptó la oferta. Al terminar los primeros estudios en la capital de la Región, Juan García Pérez fue becado por la Diputación para completar su formación musical en el Conservatorio de Madrid, bajo la dirección del Maestro Tabuyo.
Juan alternó allí los estudios con esporádicas y ocasionales actuaciones. Fue entonces cuando adoptó el nombre artístico por el que es conocido: García Guirao, cambiando su segundo apellido, Pérez, por el mismo de su padre.
Finalizados sus estudios y durante unos doce años, la zarzuela se viste de gala con la voz de García Guirao, llenando los principales escenarios, entre ellos el del Fuencarral, Ideal, Fontalba, Calderón o Metropolitan.
Sus viajes a 'la Argentina'
Tras la Guerra Civil española, llegaron tiempos difíciles, donde el único trabajo que se le presentó fue cantar 'Limosna de amor' en una película titulada Canciones para después de una guerra.
Ante las dificultades que encontró, García Guirao estuvo tentado en varias ocasiones a dejar el mundo de la canción y regresar a su Moratalla para seguir trabajando en la agricultura. Pero allí en Madrid, conoció a unos moratalleros venidos de Buenos Aires (Argentina) que le animaron para que marchara a Sudamérica. Se lo pensó, porque aquello quedaba demasiado lejos, aunque bien es verdad que en esa época, muchos paisanos emigraron hacia aquellas tierras en busca de fortuna.
Afortunadamente se decidió. Influyó mucho en ello la entrevista que mantuvo con el argentino Fernando Ochoa que, de visita en España y habiendo atraído su atención la voz de García Guirao, le propuso que viajara a Buenos Aires. El popular tenor moratallero aceptó visitar ese país embarcándose para una estancia de cuatro meses, que finalmente se dilató durante ocho años.
Comenzó a cantar en hospitales, asilos, guarderías, salas de fiesta y teatros; estrenó la sala del Príncipe y actuó luego en el Grand Spléndid, Goyescas, etc.
El nombre de García Guirao era ya conocido en Argentina, contribuyendo también a ello sus actuaciones fijas en Radio Belgrano y Radio El Mundo. Revistas y periódicos hablaban de él y pronto se convirtió en el ídolo de la canción; su voz de tenor era ya famosa y su presencia imprescindible en actos benéficos y culturales. Muchas empresas obsequiaban en sus productos la foto del cantante de moda con la letra de alguna de sus canciones.
Vuelta triunfal a España
De vuelta a España, visitó Moratalla y organizó un acto benéfico en el Teatro Trieta para recaudar fondos con destino a la restauración de la iglesia parroquial. Incluso él mismo entregó también un donativo, además de la actuación desinteresada. Todo el vecindario aplaudió las canciones de su paisano Juan García Guirao.
Al cabo de dos años, marchó otra vez a Argentina, donde siguió cosechando éxitos. En noviembre de 1964 García Guirao realizó una pequeño concierto, de manera especial, en un acto cultural sobre España celebrado en el City Hotel de Buenos Aires. En éste se rendía homenaje a sus huéspedes y a los socios del Club de Turismo. Le acompañaron al piano Alfredo Bernardoni y el guitarrista Juan Sánchez, al igual que otros artistas como la bailarina Inés Rodrigo, el mismo guitarrista Juan Sánchez y el cantaor Moreno Salamanca.
García Guirao permanecería en Argentina hasta 1965 pues, sintiéndose enfermo, retorna ese año a España. Pese a que las fuerzas le flaqueaban, todavía realizó alguna actuación en Madrid y grabó un disco con sus mayores éxitos.
Pero la vida se le acababa por momentos. Alternó breves estancias en Moratalla con la capital de España, luchando contra la muerte y defendiendo sus enormes deseos de vivir. Finalmente, en mayo de 1971, el tenor moratallero García Guirao nos dejó para siempre.
El Ayuntamiento de Moratalla le ha dedicado una calle para que su nombre sea recordado siempre en la villa. En 1983, como homenaje póstumo al cantante moratallero, José Jesús Sánchez, Cronista de Moratalla, promocionó un casete con algunas de las canciones que más fama le dieron.