Emilio Pérez Piñero sí fue profeta en su tierra
El genial arquitecto Emilio Pérez Piñero se sentía calasparreño de los pies a la cabeza. Siempre estuvo muy unido a la tierra que le vio crecer y desarrollarse como persona y profesional, llevando continuamente consigo el nombre de Calasparra allá donde fuese.
Esta inclinación por su tierra fue reconocida en vida por sus conciudadanos. En agosto de 1961, le concedieron una distinción honorífica, tras su brillante proyecto para 'Teatro Ambulante' del VI Congreso de la Unión Internacional de Arquitecto en Londres.
Los reconocimientos hacia su persona no cesaron ese año. La villa de Calasparra, en sesión ordinaria del Ayuntamiento del día 8 de abril de 1963, le otorgó por unanimidad la Medalla de Oro de Calasparra en base a los méritos contraídos por su invento de estructura plegable y desmontable de teatro al aire libre.
El nacimiento de la Fundación Emilio Pérez Piñero
Casi veinte años después de la trágica muerte del irrepetible arquitecto, el día 7 de marzo del año 1992, por iniciativa de su familia y con el apoyo del Ilustrísimo Ayuntamiento de Calasparra, su hijo Emilio Pérez Belda y su entrañable amigo Félix Candela presentaron en Calasparra la Fundación Emilio Pérez Piñero, con sede en el edificio de El Molinico. La Fundación pretende proyectar su figura y su obra, animando a las futuras generaciones a recorrer sus salas para, aun hoy, poder admirar a quien Salvador Dalí llamó en una entrevista: 'El gran genio de la Arquitectura española'.
El recuerdo de Pérez Piñero en Calasparra sigue vivo, no sólo por la fundación que lleva su nombre, sino también por los espacios públicos que en agradecimiento le fueron dedicados: una plaza en la que se levanta además una estructura que recuerda sus cúpulas, y un Instituto de Educación Secundaria que lleva su nombre.
Premios y menciones internacionales
Ya en el campo estrictamente profesional, la valía de este joven calasparreño le fue reconocida con varios premios y menciones internacionales. La primera de ellas le fue concedida en 1961 en el VI Congreso de la Unión Internacional de Arquitectos en Londres con su proyecto para un teatro ambulante. Aquel mismo año, consiguió la Medalla de Oro en la III Bienal de Arte, Arquitectura y Teatro en Sao Paulo.
Al año siguiente, le fue concedida la Medalla de Oro en la Exposición Internacional de Inventores de Bruselas.
En el mes de julio de 1962 año Pérez Piñero acabó los estudios de Arquitectura y su proyecto de fin de carrera obtuvo un sobresaliente además del Premio "Aníbal Álvarez" como alumno más destacado.
Finalmente, en 1972 fueron reconocidas internacionalmente las geniales invenciones del arquitecto calasparreño puesto que se le concedió el Premio Internacional de Arquitectura "Augusto Parret", máximo galardón que puede alcanzar la obra de un arquitecto, al considerarse el equivalente del Nobel en arquitectura.