María Dolores Andreo Maurandi. Alhama de Murcia (Murcia), 1934 - 2006
Infancia en Alhama de Murcia
Nació el lunes 16 de abril de 1934, en la calle Feria número 6 de Alhama de Murcia. Sus padres eran Andrés Andreo y Dolores Maurandi. Pasó su infancia en Alhama, en una familia que pese a no ser de artistas sí tenía gran sensibilidad creativa, tanto en el caso del padre como del hermano mayor de María Dolores.
Vocación pictórica
Eran los años de la posguerra, sin embargo, aunque su familia era sencilla, a María Dolores se le animó a estudiar. De este modo cursó Magisterio en Murcia. A raíz de su encuentro con el pintor local Luis Garay descubrió su verdadera vocación: la pintura. Éste le aconsejó estudiar Artes y Oficios, donde fue su maestro durante sólo un año antes de fallecer.
Acabó la carrera de Magisterio en 1957, con veintitrés años, y decidió irse a Madrid a estudiar y vivir de la pintura. Al principio su familia se opuso, pero ella finalmente empezó su aprendizaje artístico en la capital de España. Fue alumna de Eduardo Peña y del griego Dimitri Papagueorguius, formándose en dibujo, desnudo y litografía.
Artista de renombre dentro y fuera de España
Desde 1959 participó en sus primeras exposiciones colectivas. Y en 1965 consiguió su objetivo de reconocimiento en la capital, algo doblemente valioso por tratarse de una mujer. Ese año realizó su primera gran exposición en la Villa y Corte, acudió a Bienales extranjeras y la fundación Juan March la premió con una beca para ampliar su formación en Italia. En 1966 el Ministerio de Asuntos Exteriores le otorgó una bolsa de viaje para estudiar en París.
En los años sesenta y setenta del siglo XX, María Dolores Andreo (y con ella sus cuadros) se convirtió en una gran viajera.
En los años ochenta, en su plenitud artística, el mar siguió siendo el símbolo más importante en su pintura y, como mujer, recae en ella para obtener el espíritu de esa “libertad”, que tanto necesitaba para vivir. A partir de aquí, se aisló cada vez más en su mundo creativo, reduciendo su participación en exposiciones individuales y colectivas. Esto se explica por su carácter humilde y tímido.
Publicó su libro “Ni una palabra mas”, que fue presentado en el Ateneo de La Laguna en Canarias, la poesía era su medio de expresión cuando no lo podía hacer con los pinceles.
A esta artista le gustaba vivir diciendo lo que sentía, lo que pensaba y utilizando su libertad en todo el sentido de la palabra, respetando la libertad de los demás. No dejó de ser rotunda en su poesía, como lo era en sus cuadros, sus marinas y su vida. Éste fue su único libro de poemas, pero en en el año 1995 colaboró como ilustradora y como poeta, en una antología de poesía en las diferentes lenguas de España, titulada, Brújulas Brujas.
María Dolores Andreo, consagrada como uno de los pinceles murcianos más importantes de la segunda mitad del siglo XX e inicios del XXI, alternó su residencia entre Madrid y Murcia. Por derecho propio se le rinde homenaje dentro y fuera de su tierra. No en vano, en el año 2000 el Ayuntamiento de Alhama de Murcia la nombró Hija Predilecta.
María Dolores Andreo falleció en su tierra natal el 13 de junio de 2006. El Ayuntamiento decretó un día de luto y las banderas de la localidad ondearon a media asta.