La Región de Murcia ha estado siempre ligada al uso del agua, existiendo desde tiempos del dominio árabe una amplia y compleja red de riego que se extendía por las vegas de los distintos cauces fluviales de la Región, y en especial, del Río Segura.
El regadío en Murcia ha contribuido de forma inequívoca a su vertebración territorial, paisajística y económica, conviertiéndose el agua en el principal factor productivo que proporciona viabilidad y credibilidad al crecimiento y desarrollo económico de la Región
Para ello, el agricultor del regadío en Murcia ha aprendido como nadie a gestionar la escasez y a racionalizar el uso del agua; además es el que a mayor extremo ha llevado la incorporación paulatina de aplicaciones tecnológicas y agronómicas a sus explotaciones: técnicas y recursos de almacenaje y regulación, riego localizado, automatización de las cabezas de riego, reutilización y recanalización del agua...
Y esto ha provocado que la productividad del agua en la Región sea de las más altas de España.
Superficie regable
Como aspecto fundamental en la agricultura de la Región de Murcia cabe destacar que la creciente escasez de recursos hídricos durante los últimos años ha provocado un importante descenso de las superficies regadas. Asimismo, el inicio de esta tendencia en una fase relativamente húmeda desde el punto de vista pluviométrico indica que no se trata meramente de una cíclica crisis de sequía, sino que parece haber un trasfondo de escasez de recursos hídricos.
No obstante lo anterior, en el contexto del déficit global de recursos hídricos, y especialmente en caso de no materializarse nuevas transferencias externas y confirmarse el mantenimiento de un menor nivel de aportaciones propias en el futuro, habrá que procurar que no se produzcan expansiones de la superficie regada en momentos de menor escasez coyuntural.
Modernización de Cultivos
El rápido crecimiento de los regadíos murcianos durante las últimas décadas ha sido acompañado por un intenso proceso de modernización y tecnificación, por lo que actualmente cuenta en su conjunto entre los más modernos de Europa. Indicadores de este proceso son la extensión de las superficies protegidas por invernaderos y la amplísima difusión de las modernas técnicas de riego localizado
La superficie bajo invernadero muestra un continuo crecimiento desde que el desarrollo de la horticultura intensiva, alcanzó vigor en los años setenta. Durante los últimos años ha incrementado su ritmo de crecimiento debido fundamentalmente a razones de mercado, aunque puede haber influido también la escasez de aguas de riego, que obliga a concentrar este recurso en los usos de máxima generación de valor. Actualmente Murcia se sitúa en el segundo puesto entre las provincias españolas, después de Almería.
Desde el punto de vista de la economía del agua, los invernaderos y también otras técnicas de protección de cultivos muy habituales en la región como los acolchados y microtúneles reducen las pérdidas por evaporación, aunque la intensidad de sus cultivos hace que las demandas hídricas por superficie no necesariamente resulten muy bajas.
Otro indicador de este rápido proceso de modernización es, especialmente en la fruticultura, la difusión del riego localizado. En este sentido, un tercio de los cultivos leñosos de la región dispone ya de estas instalaciones. Además de incrementar la eficiencia de la aplicación del agua, la introducción de este sistema ha permitido una importante reducción del trabajo necesario en estos cultivos.
El salto tecnológico, que abarca más aspectos pero que ha sido posible gracias a este sistema de riego, constituye una importante base de la alta competitividad de la fruticultura en los nuevos regadíos frente a las vegas tradicionales. En los cultivos herbáceos esta técnica de riego no resulta igualmente apropiada para todos los cultivos y su expansión inicial ha dado paso a un estancamiento de las superficies con riego localizado durante el último lustro. Recientemente, las técnicas de aspersión están adquiriendo mayor protagonismo en algunos casos hortícolas. En la región el 30,8% de la superficie regada está dotada actualmente con sistemas de riego por goteo.
Los programas de modernización de regadíos previstos en las diferentes vegas permitirán incrementar esta proporción de forma importante, ya que actualmente muchos agricultores no pueden emplear estas técnicas por falta de continuidad y garantía en el suministro de agua.