La Capilla del Milenio, ubicada en la localidad vallisoletana de Medina del Campo, fue originariamente una ermita del siglo XIX, denominada de la Señora de las Salinas debido la imagen procesional que albergaba y que era muy venerada por la población. Este nombre se debe a la existencia en sus proximidades de unos pozos de agua salobre, de escasa rentabilidad, cuya explotación cesó durante le reinado de Felipe II (siglo XVI).
Tal ermita fue adquirida posteriormente por el señor Ortiz de Pinedo, que inauguró en 1891 el Balneario de las Salinas, declarados de Utilidad Pública en 1893 ya que sus aguas eran utilizadas con fines curativos.
Posteriormente fue inaugurado el Gran Hotel, cuando en 1912 se fundó una sociedad mercantil presidida por don Francisco Belloso, hospedando a importantes personalidades políticas y culturales.
Durante la Guerra Civil Española el balneario fue habilitado como Hospital musulmán, atendiendo a los militares marroquíes heridos en la contienda. Y una vez finalizada el conflicto, las instalaciones fueron vendidas a Auxilio Social, Estudiantado Filosófico de los Padres Salesianos.
Actualmente está rehabilitado y se encuentra a pleno rendimiento.
Ubicada en el recinto del Palacio de las Salinas, exteriormente parece una simple capilla, aunque en realidad está totalmente desacralizada, constituyendo una importante obra de arte vanguardista, concebida en forma de espacio 'por la paz y la libertad'.
Su composición interior está constituida por 490 cuadros, distribuidos en diversos murales de 18 metros de longitud.
Estos paneles de acrílico poseen unos colores brillantes y un significado muy preciso: en el lado derecho los males de la humanidad, en el izquierdo el futuro, con ocho palabras que lo representan: paz, tolerancia, libertad, igualdad, solidaridad, naturaleza, tecnología y educación.
Es decir, las aspiraciones para el nuevo milenio.