Romanización
Al período íbero, afectado por influencias púnicas, fenicias y griegas, sucedió la dominación romana, de cuya etapa han aparecido vestigios en el Cabezo de la Carrahila y la 'Villae' de Román, en la Rambla de la Raja. La romanización del territorio abaranero ofrece, por el momento, una imagen insuficientemente clara. Por un lado, existen testimonios de la existencia de cerámica romana tardía del tipo sigillata clara (tipo de cerámica cuya principal característica es su color anaranjado) en el Cabezo de la Carrahila, que revelan una ocupación hasta fecha avanzada de los puntos estratégicos.
Otro de los testimonios del paso de los romanos por estas tierras es la presencia de una organización agrícola en las 'villae rusticae' de Román, en la Rambla de la Raja, que contaban con un complejo sistema de regadío y abastecimiento de aguas, situado en el tramo anterior a la confluencia de esta rambla con la del Moro, y sobre el actual límite entre los términos municipales de Abarán y Jumilla. Las excavaciones e investigaciones efectuadas en la Casa de los Cobos de Román y de La Alberca certifican que dichas 'villae' se emplazaron en núcleos de población íberos, perdurando desde la época de los Julio Claudios (Alto Imperio. Años 14-69 a. C.) hasta los últimos tiempos del Imperio Romano.