El Quijote
Cristóbal Gabarrón ha desplegado en Manhattan un ejército de personajes quijotescos, un conjunto de once figuras en las que muestra el carácter polifacético y contemporáneo de la obra de Miguel de Cervantes.
La iniciativa partió de la Fundación de las Naciones Unidas, que vio en el Quijote una descripción exacta y contemporánea de los males que tiene la sociedad actual. A esta iniciativa de la ONU, que encargó a Gabarrón una escultura para celebrar el cuarto centenario del Quijote, se sumaron más tarde el hospital Bellevue, el Instituto Cervantes y el Chelsea Art Museum, que también han acogido algunas de las piezas de la muestra.
La exposición consta de once esculturas que representan a diversos personajes del Quijote, elaboradas en fibra de vidrio policromada reforzada con resinas. Las esculturas, de gran colorido, han sido elaboradas bajo un proceso de alta tecnología que otorga a los pigmentos una gran resistencia al calor, similar al que utiliza la NASA para sus naves espaciales.
Hay figuras de don Quijote de la Mancha, Rocinante, Sancho Panza, Dulcinea, un molino, el cura, Montesinos, un ventero, Maese Pedro y el bachiller Sansón Carrasco, además del propio autor del libro, Miguel de Cervantes. Cristóbal Gabarrón ha querido representar en cada una de ellas las distintas caras y personalidades de los personajes de Cervantes. 'Los personajes del Quijote son como un diamante, tienen muchas caras, muchas aristas, y yo las he intentado plasmar en mi obra', explica Gabarrón.
La exposición se extenderá hasta el 14 de enero de 2006. La serie ha sido colocada en cuatro emplazamientos diferentes, de manera que la del Quijote ha sido ubicada en el centro hospitalario Bellevue; la dedicada a Dulcinea en el patio del Instituto Cervantes; la de Miguel de Cervantes en el Museo de Arte de Chelsea, y el resto en la plaza de las Naciones Unidas.