El término de Calasparra es bastante accidentado, estando atravesado de Este a Oeste por dos líneas de montañas casi paralelas entre las que se halla el valle del Segura, y por una serie de elevaciones de menor importancia que se extienden por su parte meridional. El terreno, en general, es ondulado, abundando los "cabezos" ó "cerros" por entre los que corren las aguas de avenidas de los ríos Argos, Quípar y Benamor.
La línea más septentrional de elevaciones se halla formada por el "Cabezo Blanco" (bajo el cual circula el agua desviada del río Segura que forma el salto de Cañaverosa), en el límite de Moratalla "Sierra de la Virgen", para seguir por la "Sierra del Puerto".
La línea central arranca del "Cabezo de la Doctora", sigue por la "Sierra de San Miguel" y por la "Serrata de San José" y la "Sierra del Molino", y se continúa hasta las inmediaciones de la vecina ciudad de Cieza. En la Meseta que enlaza la "Sierra de San Miguel", con la serratilla ó Serrata de San José, se halla ubicada distante 2 kilómetros del Río Segura y 500 metros del Río Argos.
Al lado Sur de esto Río se sucede una amplia teoría de elevaciones de menor importancia, que van perdiendo en altura hacia los limites con Mula y Cehegín.
Entre las dos líneas de alturas primeramente citadas, se eleva, aislado, como un cono casi geométrico en la llanura, el "Cabezo Negro", formado por una masa de rocas basálticas de gran calidad que está siendo demolido para su aprovechamiento en pavimentaciones asfálticas para todas las carreteras y poblaciones de la provincia.
En la ladera Oeste de la "Sierra de la Virgen" se halla el Santuario de Nuestra Señora la Virgen de la Esperanza, Patrona de Calasparra, a unos 6 kilómetros del casco urbano, que daba su origen, seguramente, a la acción milenaria de la erosión del Río Segura que bordea la Sierra sobre los estratos y conglomerados que forman la base de la montaña. El río, al descender, dejó al descubierto unas amplias grutas en las que la tradición y testimonio escrito que se hallaba en la Iglesia Parroquial y que desapareció en el incendio del Templo, aseveran que se apareció la Virgen en forma de doncella a un pastorcillo que acarreaba su ganado hacia una de las grutas, en la que se halló la imagen que se conserva y venera como la "Aparecida", pequeña talla de madera policromada de unos cuarenta centímetros de altura, al parecer procedente del arzón de alguno de los caballeros durante la Reconquista anduvieron por estas tierras.
La altura sobre el nivel del mar de la Estación de Ferrocarril es de 340,48 metros. El casco urbano tiene una altura media de 345 metros. Los picos más elevados, según el mapa levantado por el Geográfico y Catastral, son la Sierra del Molino, con 829 metros, el Pico de la Palera (654 metros), la Sierra de San Miguel (585 metros), la Sierra del Puerto (639 metros), la Serratilla (409 metros) y el Cabezo Blanco (489 metros).