Los Bailes Populares se remontan varios siglos atrás en la historia del sureste español, aunque la mayoría de las referencias disponibles, tanto escritas como orales, se refieren a los últimos 250 años.
Hablar de baile popular es hablar de un lenguaje propio, gestual, tremendamente expresivo, en el que una pareja juega, coquetea, se desafía en movimiento, e incluso en ocasiones hace que salte el deseo entre ellos.
Pero los bailes populares también representaban el medio para escapar de la rigidez del domicilio en épocas pasadas, una apertura al mundo que se necesitaba descubrir, una necesidad de dejar de lado el estricto decoro mediante la expresión corporal del baile.
Si se trataba de un baile suelto la pareja no solía tocarse, si acaso un leve roce en el hombro por parte del hombre; si era un "baile agarrao" la cosa cambiaba.
A ritmo de música tradicional de una cuadrilla, entre jotas, malagueñas, valses y pasodobles, las fiestas o veladas en las que se realizan los bailes populares han perdurado en el tiempo, y han llegado con el esfuerzo de gentes interesadas en mantenerlos hasta la actualidad.