La ruta propuesta transcurre por un entorno de gran valor geológico, faunístico y botánico. Respecto a los dos últimos destacar que la zona cuenta con varias figuras de protección por la presencia de numerosas especies de rapaces (ZEPA), entre las que destaca el búho real,  de anfibios, de reptiles y de plantas.        

Respecto al primero dan fe las cuantiosas publicaciones realizadas sobre las formaciones geológicas que atraviesa, que son claves para comprender la evolución de la cuenca del Bajo Segura y del Mediterráneo durante los últimos 12 millones de años, en los cuales la zona ha experimentado una compleja y repetitiva sucesión de acontecimientos geológicos, con avances y retrocesos de la línea de costa por causas muy diversas. Todo ello se ve plasmado en numerosas sucesiones estratigráficas, que muestran repetitivos y complejos cambios ambientales: fondos marinos profundos, taludes, plataformas marinas, playas, lagunas costeras (como el Mar Menor), lagunas salobres, abanicos deltaicos, abanicos aluviales, etc.

Historia de la zona

Los relieves que se visitan forman parte de la placa de Alborán, la cual colisionó con la placa Ibérica hace unos 15 millones de años. En esta colisión está el origen de las alineaciones montañosas más importantes de la zona, pero desde ésta colisión, los relieves han experimentado sucesivas elevaciones, procesos erosivos y hundimientos relacionados con:     

    Ascensos y descensos que ha experimento el nivel del mar Mediterráneo en los últimos millones de años.

    La colmatación de la cuenca marina por sedimentos.

    Las elevaciones de los terrenos marinos que hoy originan gran parte de las sierras existentes, por procesos de isostasia y de colisión entre las placas de Alborán e Ibérica, y la posterior compresión por el acercamiento de la placa Africana a la Ibérica.

    Los procesos de subsidencia; hundimiento del lecho marino por distensiones a favor de fallas y por el peso de sedimentos acumulados en el fondo de la cuenca marina.

Los relieves visitados están constituidos por formaciones rocosas marinas y continentales, que se originaron tras la colisión de las placas tectónicas, pero estas formaciones yacen sobre rocas mucho más antiguas, con edades superiores a los 225 millones de años. Éstas últimas son yesos recristalizados, areniscas silíceas, pizarras, filitas, esquistos, cuarcitas y dolomías, que pueden ser observados en diversas partes de la sierra de Carrascoy y El Valle. Son rocas sedimentarias y metamórficas que  pertenecen al Complejo Alpujárride de las Zonas Internas de la Cordillera Bética (placa litosférica de Alborán).

Con la colisión entre la placa de Alborán y la península Ibérica, la sierra de Carrascoy surgió como un gran relieve que la erosión comenzó a desbastar, originando en su falda abanicos deltaicos, en los que sedimentaron cantos de los materiales alpujárrides y maláguides (itinerario 2).

Posteriormente, el nivel del mar comenzó a subir a la misma vez que la sierra se hundía, pasando su falda a formar parte de un talud marino y sobre esos abanicos sedimentaron avalanchas de arenas (turbiditas) provenientes de zonas más someras, que alternaban con las margas que normalmente se depositaban en estos fondos marinos (itinerario 1). En ocasiones se deslizaron capas enteras de arenas parcialmente cementadas, originando pliegues sinsedimentarios (slump).

Lentamente la cuenca se fue rellenando de sedimentos a la vez que su lecho unas veces se hundía y otras ascendía, descompasadamente con el nivel del mar (Itinerarios 2 y 3).  Así, hace unos 9-8 millones de años, la zona de los Mamellones pasó de ser un fondo marino profundo a una plataforma marina relativamente somera, para más tarde volver a ser un medio marino profundo, que progresivamente fue sustituido por un sistema de abanicos deltaicos y plataformas marinas presentes en la sierra de Columbares (Itinerario 3).

Coincidiendo con la desecación del Mediterráneo se formaron las rocas que hoy forman la Sierra de Los Villares, donde los depósitos costeros dieron paso a un sistema de lagunas marinas someras, que finalmente fueron sustituidas por depósitos continentales lagunares o aluviales donde se formaron suelos por la interacción de la vegetación con los sedimentos (itinerario 4).

Pero  tras la abertura del Estrecho de Gibraltar (hace unos 5 millones de años), el mar volvió a invadir lo que hoy son las estribaciones de la falda oriental de la sierra de los Villares, originando una costa poco profunda. Tras este episodio, los relieves comenzaron a elevarse paulatinamente hasta nuestros días y el mar a retirarse progresivamente hacia el Este, a la vez que la erosión remodelaba el espectacular paisaje de esta zona de la región.                          


Como llegar

Las paradas propuestas parten de la carretera del Puerto del Garruchal (RM-F13), a la que se accede fácilmente desde la carretera RM-302, que une las poblaciones de Los Garres y Beniaján.

Recomendaciones

    Conducir con precaución, respetando los límites de velocidad, ya que la carretera es estrecha, serpenteante y muy transitada por ciclistas y senderistas.

    No transitar por los barrancos tras días de lluvia, ya que pueden producirse desprendimientos.

    La segunda parte de itinerario 2 es relativamente peligrosa, por lo que no se recomienda a personas poco experimentadas en el senderismo.  

    No perturbar el estado de las pozas de agua existentes, ya que son el medio en el que realizan las puestas de huevos los anfibios.

    No dejar restos de basura en la zona y respetar la gea, fauna y flora.

    No coger fósiles, los cuales además de ser un patrimonio de todos, están protegidos por la Ley de Patrimonio Histórico Español de 1985 y por la ley 4/2007, de 16 de marzo, de Patrimonio Cultural de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.

Mapas de la zona

• Hoja nº 934 (Murcia) del Servicio Geográfico del Ejército. Escala 1:50.000.
• Hoja nº 934-1 (Murcia) del Instituto Geográfico Nacional. Escala 1:25.000.
• Hoja nº 934 (Murcia) del Mapa Geológico de España del IGME. Escala 1: 50.000.

Para saber más

• Arana Castillo, R.; Rodríguez Estrella, T.; Mancheño Jiménez, M.A.; Guillén Mondéjar, F., Ortiz Silla, R. Fernández Tapia, Mª. T. Y del Ramo, Jiménez, A. (1999). El Patrimonio Geológico de la Región de Murcia. Edita Fundación Séneca, Consejería de Educación y Cultura. 400 pp. Murcia.
• Corbí Sevila, H.A. (2010). Tesis doctoral: “Los Foraminíferos de la cuenca neógena del Bajo Segura (Sureste de España): Bioestratigrafía y cambios paleoambientales en relación con la crisis de salinidad del Mediterráneo”. Departamento de Ciencias de la Tierra y Medio Ambiente de la Universidad de Alicante. 280 pp. Alicante. 
• Rosillo Martínez, J. F; Alías Linares, M. A. y Guillén Mondéjar, F. (2013). Estudio mineralógico y de las formas de meteorización en areniscas y microconglomerados de Los Mamellones (Murcia). Macla: Revista de la Sociedad Española de Mineralogía, nº 17. Pp 101-102.