Aunque el territorio del Parque no reúne condiciones especialmente favorables para el desarrollo de comunidades de hongos, la diversidad fúngica es importante y son numerosas las setas y otros cuerpos fructíferos que pueden encontrarse en algunas semanas del otoño, pero también en invierno y primavera. En este sentido, por cuestiones de espacio y la complejidad que se generaría, se reúnen en el siguiente listado (en dos páginas o reportajes) sólo a determinadas especies (o géneros) comunes o singulares, aquellas que además son relativamente fáciles de observar e identificar, ordenadas por grupos de similares características.
Cuando se observen en el monte, para estudiarlas, deben manipularse con cuidado y si se han arrancado del suelo –muchas veces es necesario– han de colocarse después en su lugar, exactamente como se encontraban. También, como en cualquier salida de campo, es muy importante no dejar huella de nuestro paso, ni restos, ni pisadas que desmonten capas de musgo, pinocha y suelo. Seguir determinados consejos para la recolección y sobre todo transportar bien las comestibles que conozcamos sin dudar, con cesta o, en su defecto, bolsa de rejilla, son principios básicos para iniciarse y disfrutar de las setas.
Setas de himenio con láminas, comestibles:
Lactarius sanguifluus (Guíscano, níscalo o nízcalo): seta relativamente grande, de tonalidad anaranjada-rojiza, con sombrero embudado, de láminas decurrentes, que exuda un fluido lechoso o látex de color rojizo al corte o manipulación. Micorriza con pinos, encontrándose en las proximidades de éstos, en sotobosques umbríos. Es muy similar, y también frecuente (aunque en El Valle no tanto como el anterior), L. deliciosus, casi del todo naranja, amarillento, con bandas concéntricas en el sombreo y látex anaranjado. Ambos son, sin duda, las dos setas más populares, las más conocidas y recolectadas en Murcia.
Tricholoma terreum (T. myomyces) (Negrilla o ratón): seta pequeña, puntualmente frecuente en el sotobosque de pinar, con sombrero de cutícula rugosa y oscura, grisácea, que recuerda la piel de un ratón, e himenio con láminas que no llegan al pie, blanco, fibroso y quebradizo. Excelente comestible, pero poco conocido y apenas recolectado, necesitándose además buena cantidad para llenar un plato, aunque casi siempre es posible, porque crece en grupos de varios individuos o corrillos.
Choogomphus rutilus (Pata de perdiz o pie de perdiz): seta pequeña o mediana, de llamativo color anaranjado o rojizo, cobrizo o granate, de sombrero convexo, hemisférico, y cutícula brillante, viscosa cuando húmeda. Habitual en matorrales y entre la pinocha de zonas de pinar. Comestible, pero sólo apreciada y recolectada localmente, aunque su sabor y textura pueden camuflarse con mucho ajo.
Agaricus sp. pl. (A. sylvicola y A. campestris) (Champiñón silvestre): setas de tamaño mediano, con color blanco predominante, y láminas primero rosadas y después de parduscas a negras, con anillo característico en la mitad del pie, sin volva. Como en el género existe alguna especie tóxica, cuya base del pie se torna rápido de color amarillo al pellizcarla, y que incluso las comestibles pueden resultar algo indigestas cuando las láminas están ya oscuras, es preferible no recolectarlas, y consumir sólo los champiñones que se venden envasados.
Coprinus comatus (seta barbuda, matacandil, seta nazi): seta de mediano o pequeño tamaño, con sombrero que se desintegra rápidamente al abrirse en una masa irregular y goteante negra. Cuando se está desarrollando es compacta, alargada, y tiene cutícula fibrosa y filamentosa “barbuda”, momento en el que es muy buena comestible. Crece en pinares, pero también puede ser habitual de jardines y otros ambientes. Se ha llamado seta nazi porque el ejército alemán de la Segunda Guerra Mundial incorporaba esporas de esta especie a la tinta, para comprobar la autenticidad de documentos y mensajes.
Setas de himenio con láminas, no comestibles o poco apreciadas:
Lepista sordida (Pie azul): seta pequeña o mediana, completamente violeta, muy común en los pinares de El Valle, que tiene abultamiento en la parte central del sombrero (mamellón) y puede encontrarse incluso –con frecuencia– en invierno.
Russula torulosa (Chivato, cabrero, pejín guiscanero): seta mediana, con pie cilíndrico o claviforme y sombrero hundido o retorcido, completamente blanca, sólo con la cutícula de color morado o rosado. Crece en pinares umbríos y su presencia suele indicar la proximidad –a veces a escasos cinco metros– de guíscanos (Lactarius sp.).
Amanita ovoidea: seta completamente blanca, muy grande, con sombrero de hasta 20 cm de diámetro, y aspecto destartalado, con volva en la base del pie y anillo en su parte media, que desprende pronto olor poco agradable, como a pescado en mal estado, cuando desarrollada, acentuado cuando avanza su descomposición.
Inocybe sp.: setas pequeñas, parduscas, con sombrero hemisférico y pie de aspecto fibroso, de olor poco agradable. No comestibles, tóxicas, habituales entre la pinocha al final del otoño y comienzo del invierno.
Setas de himenio con poros:
Suillus mediterraneensis (Bojín): setas grandes, que producen espontáneas y abundantes floradas, con decenas o cientos de ejemplares. Coloración predominante amarillenta, algo más pálida en el pie, granulado de manchas marrones, y marrón claro o anaranjada en la cutícula del sombrero, que tiene himenio esponjoso, con poros. Son especies similares Suillus collinitus, de cutícula del sombrero marrón, con fibrillas radiales, y S. granulatus, de fructificación primaveral.
Setas de himenio con agujas:
Hydnellum concrescens: seta pequeña o mediana, discreta, por generalmente levantar poco del suelo y presentar coloración que se mimetiza sobre este. Sombrero con bandas concéntricas, grisácea, parda desde el centro, de superficie lobulada y ondulada, y carne consistente, con himenio blanquecino, constituido por agujas.
Hongos que crecen en madera en descomposición (astillados, piñas, etc.):
Mycena seynii (Setica de las piñas): seta pequeña, con sombrero acampanado y pie muy fino, de color pardusco, algo violáceo, que se desarrolla exclusivamente en piñas de pino en descomposición.
Tapinella panuoides (Paxillus panuoides) (Paxilo, o yesquero de los astillados): especie exclusivamente lignícola, común en El Valle entre restos madera muerta (astillados, ramas, incluso tocones, etc.), que destaca por sus grupos numerosos de cuerpos fructíferos (o basidiomas), marrón anaranjados al principio, de naranja más intenso en el anverso (láminas), y parduzco amarillentos tras la madurez. Muy común al comienzo del otoño, hasta bien entrado el invierno, durante un periodo de tiempo amplio.
Gloeophyllum trabeum (Yesquero pequeño de los pinos): hongo de basidioma duro, persistente, sin pie que recuerda a una teja semicircular alargada (anchamente sésil), con bandas concéntricas, de anaranjadas, pardas a casi negras, y bajos de láminas densas, reticuladas. Frecuente, particularmente en tocones viejos de pino carrasco (Pinus halepensis).
José Antonio López Espinosa