Pinar de Coterillo (San Pedro del Pinatar)
Ramilla con hojas y frutos (gálbulos) de sabina de dunas (Juniperus phoenicea subsp. turbinata)
José Antonio López Espinosa
Molata de Charán (Moratalla)
Hábito y hábitat de sabina común o sabina negra (Juniperus phoenicea subsp. phoenicea)
José Antonio López Espinosa

   Arbusto monoico de característico porte piramidal compacto, de hasta 4 m. Tallos muy ramificados, con ramas lampiñas, leñosas, parduzcas, agrietadas, flexibles; las principales y más gruesas de corteza grisácea. Hojas escuamiformes, imbricadas (dispuestas unas sobre otras, como las tejas de un tejado), obtusas o algo agudas, pero nunca punzantes, de margen escarioso o blanquecino, de hasta 2 mm. Flores unisexuales, separadas pero en el mismo ejemplar, las masculinas terminales, en conos ovoideos o alargados, en el extremo de ramillas, las femeninas solitarias o en grupos laterales de éstas. Fruto de tipo gálbulo (arcéstida o piña carnosa y cerrada), globosa o redondeada, de 8-10 mm de diámetro, primero verdes y después de un rojizo parduzco, que contienen hasta 12 semillas subtriangulares.

Hábitat y distribución

   Crece principalmente en matorrales continentales, en páramos fríos, sobre litosuelos calizos, terrenos donde sin competencia de encinas y pinos se desarrolla un sabinar abierto con sabinas dispersas. En los dominios del bosque queda relegada a ejemplares aislados bajo el dosel arbóreo y sobre todo en rocas y roquedos, entre las que medra y se descuelga habitualmente. Las sabinas de arenales costeros, diferentes a las del interior, colonizan los sistemas dunares hasta constituir una formación arbustiva alta y estable junto al enebro de dunas (Juniperus oxycedrus subsp. macrocarpa), vegetación ciertamente muy escasa y puntual por la presión humana ejercida sobre el hábitat.

   Especie de la cuenca mediterránea y las islas macaronésicas (Azores y Canarias), que alcanza Asía oriental (Península Arábica); las plantas litorales de arenales corresponderían a un taxón Mediterráneo occidental, iberoafricano. En España está distribuida ampliamente, casi por todas las provincias, a excepción del taxón costero, con localidades muy puntuales, salvo en la franja marítima suroccidental. En la Región de Murcia es habitual encontrarla por el interior, particularmente sobre los 800 m de altitud, siendo escasa y rara por enclaves junto al mediterráneo. Destacan los sabinares supramediterráneos (hábitat de interés comunitario prioritario) del Noroeste, en concreto la gran extensión al oeste de Benizar (Moratalla), las últimas sabinas de las dunas de San Pedro del Pinatar y los sabinares termófilos de Cabo Cope (Águilas).

Observaciones

   De la sabina (Juniperus phoenicea) pueden reconocerse en Murcia dos subespecies: la sabina común o sabina negra (J. phoenicea subsp. phoenicea) y la sabina de dunas (J. phoenicea subsp. turbinata), que se distingue, además de por sus preferencias ecológicas diferentes (arenas litorales), por el gálbulo, mayor, de más de 1 cm y hasta 1,4 cm, ovoideo, y las hojas, agudas, no tan imbricadas, en ramas “que se estrechan en punta alargada, excediendo largamente a las ramillas laterales inmediatas” (netamente caudado).

   Ambas son taxones protegidos, el primero incluido en la categoría "De interés especial" en el Catálogo Regional de Flora Silvestre Protegida de la Región de Murcia (Decreto 50/2003, BORM núm. 131), el segundo, como Juniperus turbinata, en la categoría de  “En peligro de extinción”, que estuvo incluida –como J. phoenicia subsp. lycia– en el Anexo I (Especies de flora silvestre estrictamente protegida) de la Orden de 17 de febrero de 1989 (BORM núm. 55), primera normativa regional de protección de flora. Tal consideración y estado de conservación se debe a que durante el siglo XVI las idas y venidas de los moriscos desde el norte de África a las costas murcianas eran continuas y frecuentes para saquear a sus vecinos europeos. Por entonces, La Manga del Mar menor presentaba espesos matorrales de enebro marítimo y sabina de dunas, que las autoridades cartageneras de la época eliminaron para "andar más seguros" y "descubrir las entradas y salidas de los enemigos". De aquella vegetación sólo quedan en la actualidad diez sabinas de dunas (Juniperus turbinata), en San Pedro del Pinatar, en lo que hoy día es el Pinar de Coterillo, dentro del Parque Regional.

  Por último, comentar que con apariencia de sabina, con porte piramidal, crecen los arbustos del enebro albar (Juniperus oxycedrus subsp. badya), antes de desarrollar tronco definido y alcanzar talla arbórea. En el territorio limítrofe con Albacete podrían localizarse ejemplares con el hábito indicado, ya que se encuentran próximos, en las sierras del municipio albacetense de Nerpio. Curiosamente, de esta subespecie de enebro solo se conoce un único individuo en territorio murciano, un solitario árbol monumental, en los campos adehesados de Cañada de la Cruz; por este motivo el taxón está incluido en la categoría de "En peligro de Extinción" en el Catálogo Regional de Flora Silvestre Protegida de la Región de Murcia (Decreto 50/2003, BORM núm. 131).

José Antonio López Espinosa