Arbusto con cepa perenne, de tallos herbáceos, cilíndricos, estriados, prácticamente lampiños, al menos leñosos en la base y que pueden alcanzar –ramificados– hasta un metro o más altura. Hojas glabras, planas, divididas, con foliolos emparejados, habitualmente en número de 2, o 4, de nerviación principal marcada y extremo obtuso, redondeados o elípticos, de aproximadamente hasta 4 cm de longitud mayor. Flores muy numerosas, axilares, pedunculadas, de simetría pentámera, con sépalos convergentes con los pétalos, casi de las mismas dimensiones, algo menores, verdes, blanquecinos en el margen, ovalados o elípticos, y pétalos blancos, parcialmente anaranjados, entre los que sobresalen estambre con llamativas anteras naranjas y un estilo filamentoso. Fruto de tipo cápsula (aunque recuerda a una legumbre), alargada, colgante, que se abre longitudinalmente para liberar multitud de pequeñas semillas.
Hábitat y distribución
Planta característica de solares abandonados, donde puede ser arbusto dominante, mayoritario e incluso único, también habitual en ribazos y cunetas, campos, ruinas, etc., en terrenos particularmente antropizados, de alteración humana importante. Especie de distribución irano-turánica, de origen incierto por el Mediterráneo, en el oeste de Europa y norte de África, territorios en los que se ha indicado como naturalizada. En la Península Ibérica se localiza en las zonas más cálidas y secas del sur y levante y en la Región de Murcia principalmente por los dominios del semiárido murciano-almeriense.
Observaciones
Maleza vigorosa, de rápido crecimiento, que regenera anualmente toda su importante biomasa vegetal, desarrollando muy pronto tallos nuevos a finales de abril y comienzos mayo, cuando las temperaturas no sólo son suaves, sino que comienzan a darse los primeros días del año en los que realmente hace calor.
Por su aspecto general puede recordar y confundirse, en distancia media y –hasta corta–, a la tapenera o alcaparra (Capparis spinosa), de tal forma que varios nombres comunes (bibliográficos) hacen alusión a esta similitud (falsa tapenera y tapenera loca) y al uso como sucedáneo que se hace sus botones florales encurtidos en lugar de los de la alcaparra.
El género Zygophyllum cuenta con aproximadamente 50 especies, la mayoría de lugares desérticos o subdesérticos, siendo ésta la única que coloniza Europa, cuya introducción accidental se ha atribuido al ferrocarril y cuya expansión se ha sugerido que también ha sido facilitada por las carreteras.
José Antonio López Espinosa